Inflación y salarios

(ADN).- En medio del debate salarial se cuelan los primeros índices de inflación del año que ponen en alerta a los gremios, ya que la oferta del gobierno (15%) no llegará a compensar el aumento de precios y podrían licuar el poder adquisitivo de los trabajadores generando una fuerte rebaja de sueldos y, en algunos casos, pondría a muchas familias bajo la línea de la pobreza.

Según el INDEC, la inflación de enero fue del 1,8% lo que, proyectado, superaría el 21% a fin de año. Pero dos datos inquietan: el registro del primer mes del año para la Patagonia fue del 2,6%; y las estimaciones para febrero (a nivel nacional) indican que superará el 2%.

Si el crecimiento de febrero sigue en nuestra región por encima de la media del país, podría superar el 3% lo que proyectado supera el 30%.

Teniendo en cuenta estos números, el 15% que ofrece el gobierno de Río Negro deja los salarios muy por detrás de la inflación, lo que licúa los sueldos de manera formidable. A este dato hay que agregar que los aumentos de tarifas, combustibles e impuestos son superiores a la inflación. Por caso, el Ministerio de Energía ya estudia nuevas actualizaciones del gas, insumo clave para la región patagónica. Ergo, a los usuarios se les hará muy difícil afrontar los cuadros tarifarios.

Una familia argentina necesita 16.677 pesos para no ser pobre. Ese número varía en la Patagonia: en septiembre de 2017 -según el INDEC- era de 19.975 pesos.

Los gremios tienen en cuenta estos datos, por lo que están exigiendo entre un 25 y un 30% de aumento salarial. En contrapartida, el gobernador Alberto Weretilneck dijo que el 15% «es lo posible» aunque admitió que «es difícil pedirle a los sindicatos que lo acepten, con la realidad del país».

Así, el mandatario intenta quitar responsabilidad a su gestión por la «situación económica» y reitera que «no se puede seguir endeudando a la Provincia», por que abogó por «encontrar otros mecanismos» en el debate paritario para acercar posiciones.

Uno de los puntos que está en debate es la cláusula gatillo. El gobierno podría ofrecer el 15% con cuotas menos prolongadas (hasta septiembre) y allí reabrir el debate. Pero los gremios no quieren que sea solo una posibilidad. Hace tres años que existe esa cláusula y nunca se activó, ya que el gobernador no aceptó que los aumentos quedaron por debajo de la inflación. Tanto, que los sindicatos piden que se recomponga el salario por las pérdidas de 2016 y 2017.

La única forma de destrabar las paritarias -repiten en todo el espinel sindical rionegrino- es que haya una cláusula de actualización automática.

Si no se destraban las negociaciones, habrá marchas protestas y paros. Hoy las clases no comienzan. El debate recién comienza.