Sigue el conflicto de poderes en Ramos Mexía

(ADN). El Concejo Deliberante de Ramos Mexía suspendió por 60 dìas al intendente municipal. Patricio Colil, mediante el dictado de la ordenanza 128/18. El pedido de la medida fue formulado por el Tribunal de Cuentas comunal debido a la falta de rendiciones de cuentas de la gestión municipal -desde su inicio- por una cifra cercana a los 49 millones de pesos.

Colil desconoce la validez de la ordenanza y la veta, haciendo uso de las facultades del Ejecutivo de poder vetar un norma del Deliberante. En realidad aprovecha un error de los concejales que los suspenden, en tanto la sanción de suspensión no corresponde por ordenanza, de tal manera que el jefe comunal procede a vetar la norma.

Sin dudas el municipio sureño transita por una crisis institucional y un conflicto de poderes. Una desprolijidad del Concejo Deliberante trajo como respuesta otra desprolijidad del Poder Ejecutivo.

Ahora Yanina Guzmán, presidente del Deliberante y que está a cargo del Ejecutivo se encamina a ratificar la suspensión para resolver este tema, en el marco de la autonomía de los poderes municipales establecida en la Carta Orgánica.

En torno al intendente Colil, se sostiene que la suspensión -que alcanza también a funcionarios del gabinete municipal- es un abuso de autoridad y se cuestiona el procedimiento en cuanto no hubo denuncia ni juicio político.

Lo cierto es que no se visualiza en este conflicto de poderes en la municipalidad de Ramos Mexía una solución en el corto plazo, en una situación que evidencia un trasfondo político que involucra al partido del oficialismo Juntos Somos Río Negro y al propio justicialismo, con un cuadro similar al que derivó en el desplazamiento del intendente de Villa Regina Daniel Fioretti, cuyo sucesor se elegirá en abril y que oficiará a modo de test electoral para el futuro político rionegrino.

Se estima que si Colil es finalmente desplazado, Ramos Mexía, se convertirá en otra prueba electoral previa a las generales del 2019.