Postergan debate laboral, hay dudas con los aliados.

El Gobierno de Mauricio Macri ahora habla de postergar el debate por la reforma laboral para mayo por la falta de consensos en el Congreso. También peligran las sesiones extraordinarias de febrero, por eso, en su lugar, prepara un decreto que reforma estructuras del Estado. La reforma previsional dejó heridas profundas entre Cambiemos y la veintena de legisladores del peronismo que le dio sus votos y que ahora deben sanar para buscar nuevos consensos. La pregunta es si Macri cumplió con lo prometido a los gobernadores que apoyaron las reformas. Mientras tanto un diputado de Urtubey ahora lo enfrenta y Miguel Pichetto aumenta sus críticas.

El Gobierno nacional parece haber subestimado el costo parlamentario que tuvo la sanción de la reforma previsional en el Congreso. Pensó que después de un descanso en enero, en febrero podía contar con los mismos apoyos para sancionar la reforma laboral. Pero ese escenario rápidamente se tornó adverso. Entonces, desde la Casa Rosada planearon un desdoblamiento del paquete laboral. Luego, se dijo que el debate se postergaría para marzo, cuando comience el período de sesiones ordinarias del parlamento. Y ahora se habla de mayo. Se trata de una muestra de lo que ocurre en el Legislativo, donde Cambiemos debe volver a armar los acuerdos que hizo el año pasado y que tensó al máximo cuando se discutió el nuevo cálculo de los haberes jubilatorios. Pero también surge otra pregunta, si Macri cumplió su parte de los acuerdos con los gobernadores a cambio de los votos que recibió.

Una consecuencia de diciembre es que el diputado Javier David –que votó en contra de la reforma provisional- blanqueó su pretensión de enfrentar electoralmente y suceder a Juan Manuel Urtubey en la Gobernación de Salta.
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“Voy a ser candidato a gobernador en 2019. Aspiro a presentarle a la sociedad salteña un proyecto superador. Se termina un ciclo político en Salta tras 12 años de Urtubey y hay que ver las cosas que faltan y lo necesario para el futuro, con un proyecto muy participativo”, aseguró David en una entrevista a Página/12.

David defendió su decisión de haber votado en contra de la reforma jubilatoria en diciembre pasado, a diferencia de su colega de bancada Pablo Kosiner, quien apoyó la iniciativa del oficialismo en línea con Urtubey.

“Desde que se presentó el proyecto sostuve que era un error aplicar la vieja receta que ya falló en la Argentina, de ajustar a través de los jubilados. La fórmula que propone el Gobierno le va a quitar dinero a los jubilados, con esa actualización se va a ver menguado el ingreso de los que cobran menos que una canasta básica”, consideró David.

El caso de David es una muestra nada más de las consecuencias de la sanción de la reforma provisional y de cómo se tensionaron los apoyos con el peronismo no kirchnerista. El presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, reconoció las nuevas dificultades a fin de año en el brindis con los periodistas acreditados en el Congreso: “Nos tenemos que sentar a conversar de nuevo y tratar de recomponer el clima que teníamos antes de la reforma, que siempre fue bueno. Hay que mejorar la convivencia”.

Monzó reconoció los cortocircuitos con el decisivo interbloque Argentina Federal, que le dio los votos a Cambiemos pero que ahora requiere de más atención por parte del oficialismo para volver a contar con ellos después de haberlos expuesto al máximo y de algunas ‘rebeldías’: “El diputado vota y después vuelve a su pueblo, a su ciudad, la gente sabe dónde vive, se lo cruza en la calle, tal vez fue intendente…Hay que tener en cuenta esas cosas”, explicó el titular de Diputados.

Con ese panorama incierto en Diputados, sumado a la negativa de Pichetto a tratar la reforma laboral si no tiene primero el aval contundente de la CGT, en el Gobierno dudan de convocar a las sesiones extraordinarias. Ya descartan la cuestión laboral, aunque tratan de ventilar en los medios un proyecto para limitar las reelecciones de los dirigentes sindicales. Y se prepara un decreto de reforma del Estado para evitar también el debate parlamentario. En ese tren de ideas podría volver a postergarse la implementación de la Boleta Única Electrónica.

En Diputados, Cambiemos necesita por lo menos sumar 21 legisladores para el quórum, pero si aprendió de la experiencia de la reforma previsional deberá pensar en un número alrededor de los 25 para no sufrir nuevos bochornos.

*Fuente: Urgente 24