«El rival a vencer es el Frente para la Victoria»

(ADN).- El diputado nacional Sergio Wisky definió el horizonte político y quiere sumar a todas las fuerzas políticas que compartan el mismo objetivo. Asumió que será candidato a gobernador del macrismo. Y no descarta un alianza con Juntos Somos Río Negro.

«El rival a vencer es el Frente para la Victoria, que es el cristinismo más radicalizado» dijo en una entrevista con el diario Río Negro. Así marcó el norte. Y definió aliados en contraposición de sus adversarios. Las declaraciones del líder macrista rionegrino coinciden con las del legislador de JSRN, Facundo López, quien aseguró que «los rionegrinos no quieren a la Cámpora y el kirchnerismo gobernando a esta provincia».

-¿Tiene resuelta su pretensión de ser gobernador?, preguntó el diario
-Sí, lo tengo resuelto. Pero el objetivo es que Cambiemos llegue a conducir la Provincia. Ya está hablado con el radicalismo y mandará la realidad, es decir, quien esté mejor en las mediciones. Primero, en marzo, hay que armar equipos para tener un plan de gobierno en octubre. En julio habrá que hablar de política de alianzas.

-¿Cambiemos y Juntos concluirán aliados en el 2019?
-Primero tenemos que hacernos fuertes y ser un grupo con aspiración de poder. Hoy se construye distinto. Hay aproximación constante y un reformismo permanente. Al presidente le reclamaban aliarse con el peronismo y luego con Massa, y no lo hizo.

-¿Para usted esa alianza no es prioridad?
-Primero hay que fortalecerse, prepararse por si hay alianza y verlo con números. Cambiemos seguirá creciendo, quedó demostrado que a Juntos lo afectó la ola nacional, y el peronismo se viene acomodando.

-¿El rival es Martín Soria?
-Sí, el rival a vencer es el Frente para la Victoria, que es el cristinismo más radicalizado en el país.

Wisky pretende llegar (a una supuesta alianza) con Cambiemos fortalecido, para evitar una mala negociación por los espacios en una posible lista de unidad. Pero fundamentalmente, quiere darle tiempo a cómo Juntos reacomoda su interna y su rumbo, a partir de la imposibilidad de Alberto Weretilneck de ir por una re-reelección.

La pata peronista del oficialismo es fuerte y rechaza la alianza con el macrimo. Pero hay un sector -más cercano al gobernador- que la alienta.

El diputado puso primera en un año que tendrá una fuerte intensidad política.