La historia, si no es completa, es panfleto

(Por Fabricio González*).- Desde una notoria rusticidad académica puedo advertir, gracias a simples herramientas que da el oficio, cuando se intenta escamotear la realidad para inducir lecturas afines a determinados intereses políticos e ideológicos. Podríamos seguir revolviendo el café impasibles -como ocurre en ronda de colegas periodistas-, si viéramos en tal transe de manipulación a cualquier representante de la fauna dirigencial. Al fin y al cabo, todos han venido hasta aquí a buscar agua para su molino. Pero Ernesto Bohoslavsky se ha presentado en las generosas páginas de ADN como “historiador”, y de inmediato me sentí cercano: periodistas e historiadores tenemos pasión por los hechos, por la mirada ecuánime, abarcativa. Todo por la verdad. Pero a Boholslavsky le fallaron algunas de las aptitudes básicas. Y como lo supongo inteligente, estoy convencido que lo hace adrede, para engañar. Sólo los bobos no se dan cuenta del daño que causan.

El dolor suele darnos impunidad. Pero los que tenemos que escribir del dolor, no podemos cometer injusticias. Y debemos (tenemos la obligación), discernir un reclamo justo, de un reclamo violento o excesivo. Y debemos estar alertas para que los muertos no se conviertan en panfleto.

Al referirse a la conflictividad que existe en torno a los derechos de los Pueblos Originarios ha sostenido el historiador que “toda mitología conspirativa consiste en travestir los conflictos sociales en internacionales”.
No sé él, pero he tenido buenas charlas cara a cara con la dirigencia mapuche de la Patagonia, y abogan por un Estado Plurinacional, mientras exigen un usufructo exclusivo de la tierra. Esto es, desconocen bandera y Constitución, pero apelan a la misma Constitución que le garantiza indiscutibles derechos. Para ser más claros: Un criancero de Neuquén se debe ajustar a la ley que establece las condiciones de servidumbre y allanarse a la explotación de hidrocarburos. Gracias a ese mecanismo el país tiene 80 años de historia petrolera. Pero las comunidades mapuches no permiten el ingreso de los equipos a trabajar y enarbolan razones históricas e ideológicas al mismo tiempo. Al válido reclamo por la tierra, le suman el odio a las trasnacionales y al capitalismo, como es notorio en sus proclamas. Así, está a la vista una primera pretensión de gozar de un estatus jurídico superior al resto de los connacionales. Es evidente, además, que somos testigos de un conflicto de doble intención: reivindicativo e ideológico. No se contentarán con que les restituyan la tierra. Además, quieren fuera a petroleras, mineras y todo vestigio de capitalismo. Verdaderos revolucionarios.

No hace el historiador un análisis del contexto histórico con amplitud, lo que vendría muy bien a la solidez de su artículo, pero además oculta hechos graves. Muerte y fuego. Oculta dolor. Y vale un alto en la argumentación para aclarar, porque los obvios atacarán: todos tenemos una deuda histórica con los pueblos originarios, los Estados, y los empresarios desaprensivos de las épocas de la ley del revólver y de las más actuales. El relevamiento territorial es una gran deuda.

Sostiene Bohoslavsky que “a través de especulaciones, seudo-pruebas y a veces falsificaciones, las tensiones y choques entre actores sociales de un mismo país son presentados como resultados de infiltraciones”.
La muerte de José Aigo, mapuche y policía de Neuquén, no es una especulación, ni una pseudo prueba. Lo mataron a sangre fría dos guerrilleros chilenos (el término es fuerte, pero puedo demostrar tal cosa más adelante), Alexis Cortes Torres y Jorge Antonio Salazar Oporto.

“Son nuestros hermanos y combatientes de la resistencia popular, que actuaron en legítima defensa de su vida y la libertad”, afirmó el comunicado de 2012 -que los historiadores deberían haber contemplado, por lo menos para desmentirlo-, firmando por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

“Si el señor Aigo optó por ser policía y ubicarse al lado del mismo Estado e institución que ha reprimido históricamente a su pueblo mapuche, su familia debe asumir en medio del dolor que ese destino era posible”, afirmaron en el escrito. Le puedo facilitar a Bohoslavsky el celular de Marcela Aigo, hermana de José, para que le consulte sobre lo que para él son “falsificaciones”.

El crimen de Aigo dejó al descubierto una amplia red de relaciones políticas en toda la zona de cordillera, en forma de comunidad. En ese hecho quien conducía la camioneta que transportaba a los asesinos era Juan Marcos Fernández, hijo del entonces Intendente de San Martín de los Andes, Juan Fernández. Y la historia reciente dice que en 2014 ese intendente, a pesar de que el Concejo Deliberante lo rechazó por mayoría, instaló la bandera mapuche en la plaza San Martín, y reivindicó el “Estado Plurinacional”. Aún antes que fuera abordado por Ley alguna del Congreso Nacional.

A dos meses de esa gesta, tuvo lugar otra situación de la “mitología conspirativa” y un camionero de General Roca que llevaba un flete hacia una estancia de Leleque fue detenido, golpeado y le prendieron fuego su herramienta de trabajo.

Entre los “afiebrados denunciantes de conspiraciones” que denuncia el historiador, pasó un vecino de Bariloche y socorrió al chofer del camión. Pudo levantar algunos panfletos que decían: “La quema de 1 camión que prestaba servicio en alimento para la ganadería de los terratenientes de la zona, en el sector de leleque ruta nacional 40 cruce de Maitén junto al ataque fallido a un camión Chileno, estas acciones el objetivo de establecer de manera definitiva y permanente, la defensa de territorio frente a mineras y petroleras en el Departamento de. Cushamen, además la elección de estos 2 objetivos se deben entender como un mensaje al latifundio, a Benetton y la sociedad rural, como así también un mensaje de hermandad para con nuestros peñi/lamuen de GULU MAPU”. Tal vez él guste de aceptar la violencia; yo prefiero repudiarla. El original de la reivindicación está aquí: http://argentina.indymedia.org/news/2015/02/872741.php

Por último, solo hacer una reseña de un plan sistemático, término tan afín a las reivindicaciones en contra de la última dictadura: se han producidos decenas de hechos reivindicados por la RAM antes que el tema se nacionalizara a partir de la desaparición de Santiago Maldonado.

Coincido sí, en lo que el articulista denomina “la larga tradición conspirativa de derecha”, un mecanismo que llevó a que se creara la Triple A en Argentina en el seno del último gobierno de Juan Perón, y hasta vimos como fue el combustible del genocidio comandado por los Martínez de Hoz de los 70.

Coincidiría en un todo si no hubieran elementos grotescos a la vista que evidencien una acción directa y violenta que afecta la paz de comunidades enteras sin ningún derecho. ¿Cree Bohoslavsky que el incendio del refugio San Martín (popularmente conocido como Jakob), no es una ofensa a los barilochenses amantes de la montaña? Esta agrupación reconoció ser la responsable del incendio del refugio Neumeyer, el ataque contra la Iglesia Catedral en el año 2013 y el destrozo de la fachada del Consulado de Chile en Bariloche en septiembre de 2013.

Jones Huala
Facundo Jones Huala, por el que se supone que Santiago Maldonado cortó una ruta reclamando su liberación, manifestó sentirse “orgulloso” de la RAM. Y El grupo defiende que no son “ni argentinos ni chilenos, somos Nación Mapuche. Todo el Territorio Libre y Recuperado para todo Nuestro Pueblo”.

Tal vez la contraparte a tan radical demanda, sea comentar que los que anduvimos en La Trochita conocemos el valor turístico y punto de encuentro de artesanos que era estación Ingeniero Bruno Thomae cercana a Esquel. Pero también la prendieron fuego. Y nuestro enojo parece que nos convierte en El Abominable Hombre de la Derecha. Si pudieran sacar la cabeza del formato Carlos Marx seriamos más humanos, más sintonizables los unos con los otros. Pero es más fácil macartear. Poner etiqueta al que piensa distinto.

Y como prefiere evitar a los conspiradores, y supone que el resto somos todos cómplices de la derecha, le dejo el listado de atentados elaborado por la propia organización que lucha por los derechos de los mapuches:
Paraje Mallín Ahogado: “Sabotaje mediante quema de dos retroexcavadoras que prestaban servicio al imperialista británico Joe Lewis, dueño de la estancia Lago Escondido, mayor accionista de energía eléctrica del país, accionista de Petrobras, entre otros”.

-El Hoyo: “Sabotaje, quema de cabañas del mafioso sindicato de Petroleros Privados del Chubut, parte del complejo de cabañas del turco Breire, vinculado no solo a la usurpación del territorio, sino también al extractivismo, a la trata de persona y al narcotráfico”. Estas dos acciones “fueron coordinadas en hora y fecha (19/07/2016, a las 3 AM) por dos unidades de liberación”.

-El Hoyo: “Quema de dos máquinas pertenecientes a Minas Magri, quienes destruyeron el mallín en extracción de turbas para la industria petroleras y exportación de abono a Europa”.

-Leleque: “Quema del puesto La Escondida, perteneciente a Benetton. Ambas acciones simultáneas entre U.A.L MahudaKaChe y U.A.L KurraMapuKeChe, el día 29 de agosto, 3 AM aproximadamente”.

-Otros: “Emboscada con armas de fuego en Ruta Nacional 40, sector rural Epuyen por U.A.L MahuidaKaChe, con un móvil dañado y un oficial con impacto de bala en el chaleco antibalas, el día 31 de agosto de 2016 a las 00:30 Hs aprox.. En coordinación de barricadas con Pu Kona de diversas Lof y territorios, en el marco del juicio de extradición del Lonko Weichafe Facundo Jones Huala”.

Aclaran que estas acciones “se enmarcaron en la prisión política del Lonko y la persecución y represión legal e ilegal sufrida tanto por la Lof Aukache Kurra Mapu (comunidades en resistencia de Cushamen). Como por el conjunto del M.A..P., la movilización social y política de comunidades y organizaciones, combinando todas las formas de luchas es la que han logrado liberar un prisionero político, una victoria política del pueblo organizado”.
Como es sabido es que no estamos en La Nación, ni en Clarín, tal vez profesor me exculpe de pertenecer al grupo de

“Los afiebrados denunciantes de conspiraciones hoy utilizan sus amplios medios disponibles para reclamar contra el plan mapuche-chileno-anglo-kurdo”.

Lo que no han dicho con claridad los medios, es que a Facundo Jones Huala, es posible que le den 12 años de prisión en Chile. Porque la justicia lo vincula a incendios de todos tipo y sospecha que participó en un crimen. Entonces sí es entendible su resistencia.