#Maldonado ¿Qué le dijo un gendarme a Pérez Estevan?

(ADN).- “El operativo estuvo a cargo de Chubut. Ellos son muy celosos; sólo ellos pueden decir lo que pasó”. Esa frase le dijo Fabián Méndez, jefe del Escuadrón de Gendarmería en El Bolsón el día del operativo del 1 de agosto, la última que se lo vio a Santiago Maldonado con vida.

Méndez se lo dijo al ministro de Seguridad de Río Negro, Gastón Pérez Estevan. Así lo publicó el periodista especialista en temas policiales, Ricardo Ragendorfer, quien se preguntó se Méndez podría ser el «primer arrepentido» de la causa.

Ahora, después de más de un mes sin noticias de Maldonado y caídas las hipótesis del puestero y Chile, todo apunta a Gendarmería. Incluso eso admitió el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj. Por lo que la palabra del ex jefe de Bolsón cobra otro significado.

A Méndez lo separaron de su puesto y a su familia debieron reubircarla (no trascendió a dónde por temas de seguridad) hace unos días.

El caso se está centrando en el operativo en Cushamen, Chubut. El martes, fue interpelado en el Parlamento de esa provincial el secretario de Seguridad, Pablo Durán, quien desligó a la policía local de aquella acción, pero ratificó que el funcionario de Seguridad de Nación, Pablo Noceti, dio ordenes de «intervenir» en el conflicto de la RAM y coordinó con las provincias de Chubut, Río Negro y Neuquén un plan para «detener» a los integrantes del grupo que lidera Facundo Jones Huala.

Según publicó Rangendorfer, y que lo explicó anoche en el canal C5N en el programa de Gustavo Silvestre, que tres días después de la desaparición de Santiago Maldonado, el jefe del Escuadrón 36 de Esquel, Pablo Badié, habló por teléfono con él: «Lo primero aclaró que sus hombres ‘sólo prestaron un servicio de apoyo al procedimiento’. Luego, amparado en la prohibición de abrir la boca, escatimó otros detalles. Y ya a punto de cortar la comunicación, de pronto, soltó: ‘Vea, ¿por qué no llama al Escuadrón de El Bolsón? Allí tal vez le informen mejor’. Un modo elegante de mandar al frente a su par en esa ciudad, el comandante Fabián Méndez».

Por esas mismas horas, escribió el periodista, en un encuentro con el secretario de Seguridad de Río Negro, Gastón Pérez Estevan, aquel oficial (Méndez) exponía su versión de los hechos. “El operativo estuvo a cargo de Chubut. Ellos son muy celosos; sólo ellos pueden decir lo que pasó”.

Ragendorfer evaluó: «Lo cierto es que los dichos de Méndez ya durante la primera semana de ese mes habían provocado una honda preocupación tanto en los altos mandos de Gendarmería como en los pasillos del Poder Ejecutivo nacional. Y dieron pie a una trama de imprevisibles consecuencias».

Anoche, en C5N resumió: «Fue separado de puesto con la excusa de protegerlo de atentados; terminó vigilado por la propia fuerza y alejado de su familia; Méndez está resentido porque lo dejaron solo luego de la represión y atraviesa una crisis nerviosa; Algunos creen que podría romper el pacto de encubrimientos».