Fruticultura: palo y a la bolsa

(Lic. Luis Bardeggia*).- En esta semana hemos asistido a un verdadero sinceramiento por parte del Gobierno Nacional. Las expresiones de Gustavo Lopetegui, ladero del Jefe de Gabinete Marcos Peña no son resultado de un error de apreciación por desconocimiento.

Lopetegui dejó en claro lo que nadie quería reconocer. La intención subyacente del Gobierno Nacional y los actores más concentrados del complejo frutícola: en la actual etapa de crisis llegó el momento de dejar caer a los eslabones más débiles de la cadena.

A los productores que no pueden sostener el ciclo productivo por sus propios medios. Es decir, los que según el actual enfoque, son ineficientes y no saben interpretar las necesidades del mercado. Pero aún poseen activos para el sacrificio, básicamente tierra rural.

Echar culpas exclusivamente en los chacareros valletanos deja en claro el enfoque del gobierno respecto del complejo frutícola. Que no pueden reconocer explícitamente porque está fundado en el darwinismo social. Es decir, sólo subsiste el más fuerte.

En el momento especialmente crítico que atraviesa la fruticultura y en particular los eslabones más débiles de la cadena, el enfoque del gobierno nacional, compartido y sustentado por algunos pocos actores de la cadena frutícola, no es neutro. El efecto será acelerar la salida de los actores más débiles. Por medio de diferentes mecanismos conocidos en la región (ejecuciones, remates o ventas forzadas) las mejores tierras de la región seguirán pasando a manos de los mismos de siempre.

Todos sabemos que la fruticultura presenta problemas de larga data, algunos estructurales. Problemas que precisan arduos esfuerzos público-privados para su verdadera resolución. El clima de opinión reinante va en dirección contraria: que desaparezca el complejo como lo conocemos y que la fruticultura quede en pocas y poderosas manos.

*Diputado Nacional-FpV-Río Negro