Río Negro y San Juan, perjudicados por importaciones chilenas

La competencia chilena también jaquea economías regionales. Un informe de ámbito.com, de Ariel Basile, indica que los bajos precios trasandinos ponen en riesgo a productores de vinos y frutas y que por el alto costo interno y la apertura de importaciones, los productos de Chile ganan mercado. La situación se agravó por cuestiones climáticas y Río Negro y San Juan son las más perjudicadas por la situación.

La competitividad de los productos chilenos, que tiene su cara más visible en el éxodo de argentinos que cruzan la cordillera en entusiastas tours de compras, está afectando no sólo al consumo minorista: las economías regionales también sufren caídas por la invasión trasandina.

Vinos, uvas, manzanas, peras, frutos rojos, almendras entre otros- comienzan a ser desplazados por la importación que llega desde Chile alentada por una serie de factores: una mayor apertura económica, costos de producción más bajos, tipo de cambio favorable y la voracidad exportadora de la economía chilena.

La guerra del vino
Las provincias observan con preocupación el impacto de la competencia chilena en los productores. Uno de los mejores ejemplos se da en el vino cuyano, donde bodegueros vienen reemplazando caldos a granel locales por los procedente de Chile. Una situación que no se frenó pese al alza en Ingresos Brutos que tanto Mendoza como San Juan aplicaron a las firmas que fraccionan y envasan vinos importados.

El ministro de Producción de San Juan, Andrés Díaz Cano, aseguró a Ámbito Financiero que en lo que va del año «ingresaron a la región cuyana 55 millones de litros de vino a granel», si bien destacó que la tendencia «se frenó en julio por la liberación de vinos nuevos que ensancharon la oferta». A tierras sanjuaninas arribaron 21 millones de litros, que equivalen a un mes de stock (el stock de cuatro meses ronda entre 80 y 100 millones de litros). No obstante, para Díaz Cano no se trata de que el vino chileno sea más barato, sino de una estrategia especulativa de grandes bodegas para bajar el precio a los productores regionales. Y acusó a tres empresas: Peñaflor, Baggio y Fecovita.

Ayer, Díaz Cano mantuvo una reunión con Ricardo Buryaile, ministro de Agricultura de la Nación, donde pidió que el freno a las importaciones planeada por la Casa Rosada en la previa electoral también contemple vinos, uvas y pasas.

La guerra del vino llevó a que viñateros de la provincia realizaran piquetes a camiones trasandinos y a que clásicos de Tetra Brick como Termidor y Uvita exhibieran la etiqueta «Procedencia Chile» en sus cartones.

Por su parte, el presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, también directivo de Fecovita (Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas), sí cree que los costos son un factor clave. En diálogo con este medio manifestó que los «costos internos favorecen la importación». «Nuestros precios están fuera de poder competir», señaló Iannizzotto, quien dijo asimismo que la situación se replica en producción zonal de frutos secos como almendras y nueces, donde los pocos establecimientos industriales y un mercado interno debilitado dan lugar a la aparición de productos chilenos más baratos.

En cuanto al vino a granel, el presidente Coninagro manifestó que la importación «llegó a representar un 20% del total de lo que se consume», aunque «al reponerse el valor del dólar y liberarse el vino nuevo en julio la situación mejoró y ahora hay buenas expectativas». Iannizzotto mencionó que «costos internos y atraso cambiario» se potenciaron por problemas climáticos y una baja en el mercado interno. «En 2012 había 1.100 bodegas y hoy se redujeron a 700», dijo. Según un informe del Observatorio de Economías Regionales de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas, en abril (último dato disponible) la caída de exportaciones era de 22% en volumen y 13% en valores en dólares.

Frutas chilenas

En Río Negro, los productores de manzanas comenzaron a sentir la competencia chilena y se publican declaraciones del ministro de Agricultura, Alberto Diomedi, quien señaló que «tienen mejor tecnología y costos más bajos».

Explicó que cada caja de 20 kilos de fruta chilena cuesta entre 1,8 y 2 dólares menos que las manzanas rionegrinas. «En mil cajones hay un ahorro de u$s 20 mil» y agregó que «los productores chilenos negocian directamente con las grandes cadenas de supermercados y tienen otra línea que va directo al Mercado Central».

Diomedi consideró que la apertura de la importación empeoró un proceso que se vio atravesado por heladas. «Sacó de circuito a productores», dijo y advirtió que hace falta financiación para un plan de reconversión del sector. «Cada vez hay menos frutas y nos cuesta más producir», concluyó.

Desarrollo
Productores de frutos rojos también ven que la llegada de competidores de Chile los pone en aprietos, donde por los bajos costos no les queda margen de rentabilidad y se estancó el crecimiento de hectáreas cultivadas. Lo mismo ocurre con plantaciones de duraznos y ciruelas.

Desde el país trasandino creen que hay en Chile una vocación exportadora y una inversión tecnológica que no se dio en la Argentina. «Las cerezas se han desarrollado muy fuerte en los últimos años. Es un rubro que exporta u$s800 millones al año y puede duplicarse en 5 a 7 años. Mientras que en Argentina es un rubro poco explotado y concentrado en el extremo sur», dijo a Ámbito Financiero el especialista chileno en el sector Eduardo Morago. Y dio el ejemplo del avellano europeo, base del popular Nutella. «Llegaron en la misma fecha a Chile y Argentina. El proyecto argentino nunca creció, en cambio acá hay un boom de plantaciones, con cerca de 3.000 hectáreas nuevas al año», subrayó.