Los defraudados, un grupo clave para las elecciones

(Por Marcelo Canton).- Que la economía no iba a ganar votos para octubre es algo que se sabía ya desde meses atrás. Pero ahora asoma otro escenario: el de un segmento social que se siente defraudado, que empieza a marcar su pesimismo. Y no son ni los más pobres ni los más ricos, sino sectores medios bajos. En el Gobierno igual creen que el cuadro no afectará el resultado electoral.

Empecemos analizando un cuadro elaborado por la consultora Kantar WorldPanel (ver infografía), que circula entre ministros del gabinete nacional. Allí se grafica la caída del consumo, por nivel de ingresos. El año pasado, el sector más rico no ajustaba, los medios reducían sus compras, y los más pobres eran quienes más sufrían las restricciones. Estos últimos, el 17% de la población, todos por debajo del nivel de pobreza, venían ajustando sus compras un 8%. Ajustando sobre carencias, achicando cuando el ingreso ya antes no les alcanzaba para los consumos básicos. Pero en este año, hubo un giro.

Vamos a la segunda columna del cuadro, la roja, a las caídas del consumo en el cuatrimestre enero-mayo 2017. Ahora la clase media alta / alta ajusta tanto como la bajo superior, aquella que está justo por encima de la pobreza. Y quienes menos están reduciendo sus compras son los más pobres.

Dos datos de Isonomía, una encuestadora muy escuchada en el Gobierno, coinciden con ese punto. Veamos. Una primera pregunta de su encuesta fue cuán seguro está de mantener su empleo en los próximos 12 meses. El 45% de la gente dice que está seguro. Pero al desagregar por nivel de ingresos, entre quienes menos ganan el 44% está confiado y entre los más ricos, el 53%; pero en la clase media, es un 40%, menos que en los dos extremos. ¿Otro ejemplo? Cuando la pregunta es si cree que la plata le alcanzará para cubrir los gastos de su casa, el 39% dice que si. Pero esa cifra es 37% entre los más pobres, 32% en la clase media y 52% en los más ricos.

“Ese segmento medio, medio bajo, es hoy el más crítico entre los que apoyaron a Macri -señala Mariel Fornoni, de Management & Fit-. Son sectores que creían que podían comprar un celular, un televisor o incluso viajar al exterior. En muchos casos llegaron a hacerlo. Pero ahora no pueden. El tema se marca más aún entre los jóvenes, que son la mitad de los desocupados. Es esa clase media baja, con aspiración a ser clase media, que hoy se siente defraudada”.
Mirá también
Durán Barba bajó línea otra vez: que los candidatos no hablen de economía

“El sector de la base de la pirámide es el que recibe el incremento de la ayuda social, la suba de la AUH, la mayor cantidad de planes sociales. Es también donde impacta positivamente la recuperación de la construcción, que genera empleos de baja especialización -señala Juan Manuel Primbas, de Kantar-. En cambio el bajo superior es el nivel de los trabajadores con sueldo, en blanco o en negro, los que sienten más el impacto de despidos, por la baja de la industria en el GBA. Ahí no hay recuperación, todo lo contrario”.

Hay otro cuadro que circula mucho en estas horas por los despachos oficiales. Es de la consultora W, especializada en consumo. Destaca qué sectores tuvieron recuperación de ventas y cuáles no en el primer semestre del año. Entre los primeros están motos (+50,6%), inmuebles (+45,5%), autos (+33,5%), turismo al exterior (+13,2%), electrodomésticos en grandes cadenas (+13%), despachos de cemento (+8,9%), carne (+4,2%). Entre los que siguen cayendo están alimentos y bebidos, más cosméticos y productos de limpieza (-3%), indumentaria (-3,7%) y electrodomésticos en los locales más chicos (-4%).

En ese cuadro, pareciera que el mundo se divide en dos. Lo que mejora son productos que parecieran más atados a las clases medias y medias altas (los funcionarios dicen que la baja del consumo de ese segmento, marcada en el primer cuadro, es porque las clases superiores están ahora comprando vehículos o viajando). Pero siguen atrás productos básicos, ligados al consumo imprescindible.

Es en esa misma línea que se puede sumar otra encuesta, ésta también de Kantar. Puestos a definir qué palabra define más su situación, el 29% de la gente elige “esperanza”. Es un número alto, pero el año pasado era 34%. En segundo lugar está “preocupación”, con 24%. Pero “desilusión” creció del 3% al 6% y “crisis” del 9 al 11,5%.

¿Es demasiado un estudio más? ¿No? Entonces uno de Scentia, con datos a junio. El total de ventas en súper y chinos cae ese mes 4,3%. Pero alimentos tiene un retroceso del 6%, cuando sube 0,4% bebidas con alcohol.

¿Qué dicen en la Casa Rosada? Pese a todas esas cifras, no creen que el consumo termine siendo determinante de cara a las elecciones. “Mes a mes la misma inercia del crecimiento de la economía se va a ir acelerando y se va a sentir mas”, dicen en los despachos más cercanos al Presidente. Pero aclaran que no habrá anuncios para intentar torcer el rumbo: “No vamos a hacer nada distinto de lo que hemos estado haciendo”.

Siendo el GBA el distrito donde los indicadores son más negativos para Cambiemos, donde se sigue destruyendo empleo industrial, dicen que la respuesta vendrá de la mano de la construcción, tanto pública como privada. Confían en un crecimiento del 3% para el año (Nicolás Dujovne dice 4%). Y reconocen que el dólar pone algo de presión sobre los precios, pero con 22% de inflación y bajando “estamos cómodos”. Dato curioso: Mauricio Macri dice a sus interlocutores en estos días que la inflación de este año cerrará en 21%.

Para ellos, la clave está en el salario real, que crece, dicen, al 3 o 4% anual.

“Para octubre, todo eso se irá acumulando -insisten-. Es poco, pero irá sumando”.

“No estamos confiando que la economía sea una razón importante en las elecciones, pero sí que se vaya el miedo a una crisis. Eso es lo que podemos aportar, que las amenazas de Cristina de que se viene el Armaggedon sean cada vez menos creíbles”.

Confían en lograr contener a los defraudados. ¿Podrán? (fuente diario Clarín)