Trans y cisgénero. Desafíos para la familia y la escuela

(ADN).- Adrían Helien propone comenzar a hablar de post género, de personas básicamente más allá de su actividad, raza, relegión o identidad sexual. De todos modos, asegura que «la revolución del género es algo que está cambiando las sociedades radicalmente. Es una etapa evolutiva muy importante, porque como seres humanos rompimos la categoria biológica, y estamos dándole una vuelta muy interesante, deconstruyendo el género para hacer una sociedad más inclusiva y equitativa».

Helien es médico psiquiatra y sexólogo, coordinador del grupo de atención a personas transexuales del hospital Durand, único en el país. Llegó a Viedma a brindar una charla organizada por la escuela ecológica GAIA de Viedma, sobre la temática en general, pero el abordaje de la transexualidad en la familia, la sociedad y los colegios.

A la disertación también asistieron los equipos del Ministerio de Educación de Río Negro, ya que es una situación cada vez más frecuente y requiere de abordajes integrales.

«A veces el lenguaje se queda corto» dice Helien. «Las palabras no alcanzan porque están construidas en un mundo binario, y no alcanzan para representar a todas las personas». Con estas definiciones, el autor de «Cuerpxs equivocadxs» inicia una charla con ADN previo a la charla en GAIA.

La identidad de género es un tema cada vez más desarrollado, pero sigue siendo complejo para las generaciones que fueron educadas en otro contexto socio-cultural y bajo un régimen que solo contempla las opciones varón-mujer.

-¿Cómo romper el sistema binario?
-Entendiendo que la identidad tiene que ver con la autopercepción que tenemos todas las personas, que es individual única y subjetiva. La identidad es un tema con uno mismo, por lo que cuál, la única persona que puede definir mi identidad soy, yo y de alguna manera, esto está validado por la Ley de Género. A veces, la confusión es con la orientación sexual, que tiene que ver con quién me conmueve, quién me emociona, quién me excita.

-Siendo así, es posible saber cuántas orientaciones hay?
-Si partimos del sistema binario hombre-mujer-hétero-normativo, hay infinitas posibilidades respecto de las orientaciones: homo, hétero, bi, pan, plurisexual. Y hay personas que prefieren personas transgénero. Entonces, se empieza a romper el sistema binario y el tema identitario también se empiza a romper, porque de alguna manera no alcanzan las variantes que tenemos de varón y mujer para representar toda la diversidad.

-Menos aún categorías…
-Es muy difícl hablar de categorías, porque de alguna manera son categoriales y cuando categorizás, siempre lo hacés desde un nivel superior: el varón y la mujer normativos. Entonces, para escaparle a esa etiqueta hablo de varones y mujeres transgénero, y varones y mujeres cisgénero. Los trans, no están de acuerdo con el sexo que le asignaron al nacer. Y los cis, la identidad de género sí coincide.

-¿Alcanza esa denomiación?
-No alcanza. Hay personas que no entran en la categoría de varón o mujer, ni quieren estarlo. Se definen como género fluido por ejemplo, pero no aceptan identificación. No les interesa cómo los llamen, porque no adhieren a ningún género, y es una situación cada vez más frecuente. En la autonomía, la autopersepción y la autodefinición de cada persona no está primando esto que tanto nos tranquiliza, que es etiqutar a alguien. Las etiquteas no ayudan para percibir la diversidad.

-Pero tendemos a etiquetar.
-«Hay cada vez más gente que se vincula con la personas más allá de lo que tenga antre las piernas. Lo que hay que entender es somos todos disntintos y si eso muchas veces no se entiende. Vamos a tratar siempre de encasillar a las peronas en varón-mujer y con la base en lo hétero, y la verdad es que no, que hay gente que no entra en esa categoría ni quiere entrar».

-¿Ayudó la ley de género para empezar a evolucionar?
-La Ley de Identidad de Género (una de las más avanzadas del mundo después de la Dinmarca y Malta), lo que permite es la autodefinición de las personas y autoriza a disponer libremente del cuerpo, porque si quiero, autónomamente me opero. Rompe con aquella práctica de pedirle permiso a un juez para modificar un cuerpo y hacerlo armónico a su identidad. Antes, una mujer podía libremente ir a operarse los pechos, pero una persona trans no podía y debía acudir a la Justicia. Sin embrago quedó vieja, porque la gente ya se define fuera del sistema binario y como la ley aún es varón-mujer, mucha gente queda afuera.

-¿A qué edad se expresa la identidad?
-La mayoría de las personas expresan su identidad a temprana edad. Antes de los 10 años o antes de los 5 en gran medida, es decir, que la mayoría se autopercibe en la primera infancia.

-¿Y cómo se expresa?
-Se expresa de diferentes formas: juegos, elecciones de juguetes o directamente a sus padres con frases como «ustedes se equivocaron conmigo». Hay autodefiniciones que son más fuertes y otras no tanto. Algunas son más evidentes y a veces demora más.

Después de la expresión de la identidad de las personas, Helien hace foco en la aceptación.
-La única palabra imprtante es la aceptación. No sabemos cómo se conforma la identidad, ni cis ni trans, lo que sí sabemos es que es imporante acpetar a la persona para que puede desarrollarse como tal, porque el riesgo es que un chico sea expulsado de su familia simplemente por no cumplir las expectativas de género, o le hagan bullying en la escuela, lo maltraten en la calle o se ejerza violencia sobre él.

-Hay que trabajar en la integración.
-Claro, porque es un chico de alto riesgo. A veces, a los chicos los expulsan de la casa y de la escuela y queda en una situacón de vulnerabilidad enorme. Alguien quien no puede expresarse y que le digan «vos no sos» todo el tiempo, es una situación compleja de llevar. El niño necesita que lo apoyen, y lo contengan y lo acompañen.

-¿De lo contario, cuáles son las consecuencias?
La aceptación salva vidas. Sino hay alto riesgo de suicidios y padecimientos de depresión. La aceptación es lo mejor contención para un niño transgénero.

-No es difícil la aceptación para generaciones más viejas?
-Hoy los chicos tienen perfiles e identidades digitales que los ayuda mucho más a aceptar la diversidad. Incluso a aquellos a quienes les lleva tiempo hacerlo público. Pero lo padres no somos flexibles, y fuimos educados en este régimen binario y muchos de los chicos tiene miedo de perder el cariño de sus padres.

-¿La negación es una forma de querer modificar las cosas?
-No es un capricho ni un juego que un niño que nació varón se sienta mujer. No es una elección, es una situación compleja. Entonces, si a este chico lo queres cambiar, lo queres hacer entrar en un cajon que no entra, va a sufrir y no lo vas a cambiar. Hay que escuchar a los chicos, validar sus sentimientos y emociones, y acompañarlos. Aceptación y acompañamiento.

-Hay una mirada social fuerte también.
-La sociedad tiene un ojo que yo llamo policía de géenero, que te quiere encasillar en el régimen binario. Hay que flexibilizar estos roles para que los chicos elijan ser quienes quieran ser. Hay una sociedad que bede respectar y acompañar esta diversidad, porque nos corresponde a todos vivir este cambio. Tenemos que tomar conciencia porque sino podemos dañar a mucha gente. Abrir las posibilidades genera potenciar las capaciadades de la gente.

-¿Y el rol de la escuela?
-La escuela es un núcleo fundamental. Como la familia, porque son dos pilares importantes. Lamentablemente, a veces, en esos ámbitos se ejerce vionencia de género con los chicos trans o de identidad sexual líquida. Hay que generar mecanismos inclusivos en estos ámbitos. Hoy podemos cambiar el rumbo, mejorar la calidad de vida de chicas y chicos y eso hay que hacerlo hoy, por lo que nos correspnde un mínimo de responsabilidad en acompañar y mínimamente informarnos, para evitar consecuencias graves.