Se vuelve a tensar la cuerda entre el PRO y la UCR

(ADN).- El proceso de integración de Cambiemos está discutido en todo el país. Y Río Negro no es ajeno. La mecha la encendió el intendente de Sierra Grande, pero una denuncia de «clientelismo» en Valle Medio terminó de complicar lo que parecía una segura unidad.

¿Qué le aporta la UCR a Cambiemos? Esa pregunta circula por varios dirigentes. Y remite aquel inicial debate sobre la vieja y la nueva política. El tema surge hasta como una cuestión generacional. Nelson Iribarren fue candidato a intendente por el PUL porque no quería quedar atrapado en la lógica de un radicalismo vencido y desvencijado después de 28 años de gobierno ininterrumpidos en Río Negro. Hoy, está convencido que el partido ya no ofrece cobijo ideológico y político, al menos no con la actual conducción y la «dependencia» del gobierno de Alberto Weretilneck.

El fin de semana hubo una denuncia en Lamarque por «clientelismo». En varios barrios se pudo ver a dirigentes radicales y un destacado integrante del PRO, repartiendo mercadería con el sello del ministerio que conduce Carolina Stanley.

Esto irritó a varios intendentes radicales que ya se identifican más con el partido del presidente Mauricio Macri que con los boina blanca. Y consolidan un espacio propio que se gestó en Sierra Grande. Incluso, creen que pueden haber impugnaciones en la Convención de la UCR, para que el partido no se integre a Cambiemos.

«Queremos terminar con una serie de prácticas políticas» aseguran voceros de la «nueva generación». Y quieren «traer» al jefe de Viedma, José Luis Foulkes, y separarlo definitivamete de los designios de la condución del Comité Central.

El debate también alcanza al aporte electoral que la UCR pueda hacer en Río Negro. En principio, dirigentes con peso territorial (Mabel Yahuar y Carlos Toro) están más cerca de Juntos Somos Río Negro que de la alianza nacional gobernante. Y están «más allá» del debate de integración a Cambiemos. Los demás, no quieren la injerencia del presidente Darío Berardi, y son lo que impulsan la independencia.

La cuenta, además, incluye la última elección donde el radicalismo solo pudo conseguir una banca en la Legislatura. Fue por el circuito Línea Sur. Tarea exclusiva de Yahuar. Ni siquiera pudo ingresar el primer candidato por la sábana.

Para terminar de configurar un escenario conflicivo, la UCR quiere liderar Cambiemos y encabezar la lista de diputados nacionales.

En la ciudad de Buenos Aires la tensión entre los socios alcanza grados de quiebre. En tierra bonaerense es posible que no haya acuerdo. En Chaco, Santa Fe, Misiones, Tierra del Fuego, La Rioja y Tucumán los cierres de lista complican la unidad.

Cada distrito tiene sus particularidades, pero en la mayoría se complica aunar criterios entre el PRO y la UCR.