Testigos de Jehová

Los muchachos salieron a la calle. Meta timbre recorrieron la capital provincial con el libro de Durán Barba bajo el brazo, la Biblia del militante de la revolución de la alegría. Entre mates y charlas los jovenes funcionarios de Cambiemos fueron recopilando el termómetro de la calle.

«La estrategia es escuchar», dicen. «Lo que está bien y lo que está mal». Pero el timbreo tiene su márketing y cada encuentro con los «vecinos» vienen acompañados de fotos que se suben a Twitter o Facebook con el clásico: «Acá, con María, que no cuenta cómo crió a sus hijos siendo costurera. Un ejemplo!».

El último sábado, a uno de los macri-timbristas se le ocurrió esta carta de presentación: «Buen día señora, no somos Mormones ni Testigos de Jehová, somos macristas». La señora (desde la puerta) respondió: «Peor!», y pegó el portazo.