Soria rechazó al Obispo en la bendición de los frutos, por un caso de pedofilia

(ADN).- Dicen que alguien del equipo de protocolo municipal se le acercó al Obispo del Alto Valle, Marcelo Cuenca, y le dio la noticia. El intendente Martín Soria no quería aparecer con él en la foto. Caía la tarde sobre el predio de la Fiesta Nacional de la Manzana y aún estaba pendiente la impostergable bendición de los frutos. Pero esta vez no hubo “aspersorio” agitado en el aire arrojando gotas de agua benddcida. Algunas palabras bastaron para subsanar la situación y dar inicio de manera formal el evento. Soria, prefiró así tomar distancia de la denuncia surgida el 25 de enero en el diario Página 12, que do cuenta que en el Obispado local se le estaba dando asilo y protección al cura Luis Alberto Bergliffia, sospechado de un caso de abuso sexual, y suspendido como sacerdote por la propia Iglesia.

“No lo vamos a poner a Martin en una foto con un defensor de pedófilos”, murmuró uno de los escuderos políticos del intendente cuando se le pidió pasar en limpio el incidente que dejó a la fiesta sin uno de los momentos más tradicionales.

Fuentes de la comuna aclararon que durante la semana ya se le había “sugerido” al Obispado que enviaran para la ceremonia a un sacerdote de barrio, sin mayores jalones ni charreteras. Pero parece que Cuenca no tomó con agrado la nota, y habría replicado, con otras palabras, que el intendente no se metiera en los asuntos de la Iglesia local.

Fue sí que Cuenca, aún con un pronóstico adverso y sabedor que su presencia iba a causar una tormenta de rechazos en el entorno del jefe comunal, se presentó como si tal cosa. Ahí fue cuando lo invitaron a retirarse, y como la situación se dilataba, se resolvió pasar por alto la bendición de los frutos. De todos modos, ya sabrá Dios como ingeniárselas para estar junto a los que celebran la fruticultura.