Nueva mayoría. ADN

La votación del Presupuesto dejó en evidencia una nueva mayoría. El Gobierno impuso su proyecto con dos tercios de la Cámara, haciendo alarde de ese apoyo clave para futuras batallas.

¿Es el voto de la reforma constitucional?. Se verá.

Lo cierto es que al oficialismo le alcanzaba con sus votos para imponer el diseño de Economía para 2017. El resto fue un mensaje. El anticipo lo había realizado Alberto Weretilneck cuando se reunió junto a ministros e intendentes para repasar las últimas encuestas encargadas a Fernando Miodovsky. Todos consultaron al Gobernador por la reforma. El mandamás los calmó y aseguró el apoyo. Las reuniones se dieron en simultáneo con la sesión donde se aprobó el pliego del agente financiero. «Ese apoyo lo tendremos hacia adelante también», dijo.

Aquella fue la primera vez que el bloque del Frente para la Victoria votó divido. Y no fue la única. ¿Será la última?. No parece.

El presiente del PJ tomó nota y salió a poner en evidencia la jugada. Martín Soria acusó al senador Miguel Pichetto y su «discípulo» Ariel Rivero como aliados de Macri y Weretilneck. También metió en el «acuerdo» a Daniel Sartor. Así, trazó una línea y dijo que no se iba a empujar a nadie afuera del partido, pero abrió la tranquera: «el que se quiere ir, que se vaya».

Ariel Rivero y María Maldonado, los legisladores que acompañaron el proyecto del oficialismo, aseguraron que fue así por pedido de los intendentes. El resto del bloque desconocía ese reclamo. La nota formal, firmada por nueve jefes comunales, apareció en medio de la sesión. Estaba dirigida al presidente del bloque Alejandro Marinao.

En principio, la bancada del FPV iba a votar a favor en general y en contra de algunos artículos en particular, fundamentalmente aquellos que proponen más endeudamiento. Pero luego fue cambiando el pensamiento, y el día anterior a la sesión definieron rechazar por completo el Presupuesto. Por eso sorprendió la postura de Rivero y Maldonado.

Pero el «Chango» Epulef, intendente de Pilcaniyeu, aseguró que los jefes comunales efectivamente hicieron el pedido porque si la Provincia no tiene esa herramienta perjudica a los pueblos. Dijo -en diálogo con ADN- que la relación con el gobierno es cordial y que el vínculo es directo con Weretilneck.

Soria recordó que fue Pichetto quien públicamente acordó con la idea de reformar la constitución. Y comparó el rol nacional del senador al lado de Macri (acompañando sus leyes), con el de sus partidarios en Río Negro junto al oficialismo.

Pero le quito trascendencia cuando evaluó que el bloque está cada vez abroquelado con el partido. Recordó que el Presupuesto 2016 sólo fue rechazo por los legisladores Rochas y Ramos Mejía. Ahora, ese rechazo creció.

Lo que no computa Soria son las quejas que hay en el PJ hacia su conducción y el reclamo para que «salga» de Roca y lidere el espacio. Esas quejas evidentemente aún se dicen a sus espaldas.

La votación salió 31 a 15. Esa nueva mayoría podría aprobar la necesidad de la reforma constitucional. Los vínculos de algunos sectores de la oposición son cada vez aceitados con el oficialismo. No habrá mezclas ni pases. Cada uno mantendrá su identidad política pero se juntarán para avanzar en temas comunes. Los contactos son liderados por el gobernador y su vice. Uno administra la relación con los intendentes. El otro, con los legisladores.