Festejo futbolero y vandalismo

«Encubierto por una nueva celebración deportiva, el vandalismo volvió a hacerse sentir en nuestra ciudad. Hace pocas horas fuimos testigos y víctimas del accionar de un grupo de inadaptados -delincuentes, digámoslo sin eufemismos- que, disimulado entre quienes celebraban, aprovecharon nuevamente la evidente falta de prevención
para ejercer su accionar», señala en un comunicado la Cámara de Comercio de Viedma, ante el robo de un comercio ubicado en la calle Buenos Aires de esta ciudad, en el marco de los festejos de aficionados a River Plate, al conquistar la Copa Argentina.

En medio de la celebración, parte de los numerosos participantes aprovechó la oportunidad para atacar algunos comercios. Enun local de calle Buenos Aires, rompieron una vidriera y sustrajeron parte de la
mercadería. Hace pocos días -el domingo anterior-, otro negocio de la misma arteriafue víctima de un hecho similar, en este caso producido por hinchas de Boca Juniors

La Cámara de Comercio, Turismo, Industria y Producción, manifestó su preocupación por lo ocurrido y la solidaridad con los afectados. «Asimismo, estamos convencidos que la situación, de la cual ya nadie está exento, requiere decisiones y acciones que las contengan, lo que hasta ahora evidentemente no ha ocurrido».

La entidad mercantil local pidió a las autoridades «actuar sobre el presente mismo, y como no hablamos de castigos ni mucho menos de mano dura, aclaramos -para que nadie nos malinterprete- que nos referimos a medidas
preventivas. Una situación que debe ser analizada por las autoridades correspondientes, las que entendemos tienen experiencia en la temática».

Agrega que «creemos necesario el aumento de la vigilancia en las calles, que hoy por hoy nos parece insuficiente, como los propios comerciantes lo aseguran ante los acontecimientos ya comentados».

«Cada hecho de vandalismo afecta a gente de trabajo. Es muy grande la impotencia que siente el comerciante ante estas situaciones que lo afectan directamente a él, pero también afectan a sus empleados, que inclusive están padeciendo situaciones difíciles por la caída en las ventas, los aumentos en los costos de funcionamiento, la cada vez mayor presión fiscal, la competencia desleal de mercadería de dudoso origen que llega de lugares de venta irregular. En resumen, las exigencias para el comercio legal y a la calle no se condicen con los servicios y cuidados que debería tener», señaló la Cámara de Comercio.