Audiencias públicas: Fuertes críticas de la oposición al tarifazo

La audiencia por el tarifazo del gas concluyó con las exposiciones de diputados, senadores e intendentes, en su gran mayoría opositores. El clima dentro y fuera de la Usina del Arte careció de la tensión que se vivió durante la jornada de apertura, aunque al ministro de Energía, Juan José Aranguren, le tocó soportar durante varias horas las críticas que le propinaron casi todos los oradores, fundamentalmente por negarse a revelar la estructura de costos del gas en boca de pozo.

El senador Fernando Pino Solanas lo acusó de “traicionar los intereses de la nación y el pueblo argentino”; el diputado del FIT, Néstor Pitrola, de ser “un hombre de las petroleras”. El diputado del FpV, Axel Kicillof, le bajó el precio y dijo que al ministro “le piden” que aplique los aumentos “en un contexto imposible, con 120 mil despidos, inflación del 40 por ciento y devaluación”. Aranguren recibió el respaldo de los senadores Federico Pinedo (PRO) y Luis Naidenoff (UCR), quienes hablaron, cada uno, de “justicia” y “sinceramiento”.

“Tendrían que hacer una audiencia, pero para reabrir las paritarias”, ironizó Kicillof para graficar que el tarifazo impacta “sobre el poder adquisitivo de los salarios”. El ex ministro de Economía centró su discurso en variables macroeconómicas y dijo que a Aranguren “le piden una política energética que no se aplica en un cielo despejado, sino que se suma, por ejemplo, a los 120 mil trabajadores que perdieron su empleo”. “A esos desocupados le quieren aplicar los aumentos”, sostuvo Kicillof. El ex CEO de Shell lo escuchó desde el primer piso de plateas del auditorio, donde eligió ubicarse para seguir los discursos.

“Seguir ocultando información sobre los costos en boca de pozo es secretismo de Estado”, le disparó a su turno el Solanas. “Deben dar esa información, como lo exigió la Corte, y deben explicar también quién va a explotar y cómo el yacimiento de gas no convencional de Vaca Muerta”, siguió el senador de Proyecto Sur. “No hacerlo es traicionar los intereses de la nación y el pueblo argentino”, aseguró.

Pinedo fue el único dirigente del PRO anotado para tomar la palabra del total de 373 inscriptos. “Los más pobres pagan garrafas que valen un 400 por ciento más que el gas de tubo que pagan los más ricos”, afirmó. “¿Eso es justo?”, se preguntó Pinedo, y enumeró varios de los desajustes del cuadro tarifario del gobierno anterior. En sintonía, el formoseño Naidenoff calificó a la gestión energética del kirchnerismo como un “festival de subsidios”. “Un desocupado que percibe un plan social de Formosa paga mucho más que un residente de Puerto Madero. Este es el sinceramiento que hacía falta”, completó.

Promediando la tarde, llegó el turno del grupo de intendentes peronistas. El de San Martín, Gabriel Katopodis, le respondió directamente a Pinedo. “Injusta es la situación que están pasando las Pymes y los comercios de mi municipio, a quienes les llegan tarifas restrictivas”, dijo. “El Gobierno tenía muchos caminos para solucionar este tema y eligió el peor: la planilla de Excel”, aseguró. Luego se dirigió a Aranguren: “Escuchar fue una promesa de campaña de su Gobierno. Debería empezar a cumplirla y así conocer las realidades que desconoce.” También dijo lo suyo el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray. “Ministro, acá hay mucho escritorio y poco territorio”, le planteó a Aranguren y pidió “ver caso por caso” en los cada distrito porque “no son lo mismo un centro de distribución de una multinacional que una Pyme de diez personas”. También planteó que “si una persona humilde pasa a pagar el boca de pozo igual que un vecino del primer mundo, entonces quiero saber qué van a invertir en el municipio”.

Con varias ausencias de peso, la jornada de ayer se vio un tanto desdibujada. Pegaron el faltazo, entre otros, los secretarios generales de las dos CTA, Hugo Yasky y Pablo Micheli, y el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilnek. “Nos redujeron el tiempo de exposición a don minutos y medio y decidimos no participar de esa farsa”, explicó Yasky a Página/12. Tampoco fueron de la partida los intendentes de La Matanza, Verónica Magario (envió el su lugar a Roberto Feletti); de Merlo, Gustavo Menéndez; de Escobar, Ariel Sujarchuk; y de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini. La ausencia de varios intendentes imposibilitó que disertaran en bloque, lo que generó algún malestar al interior del sector bonaerense.

La izquierda también tildó la audiencia de “farsa”. “No solo no es vinculante sino que dejaron afuera a miles de personas”, denunció el metrodelegado Claudio Dellecarbonara, para luego calificar a Aranguren como “el rey de los bufones que armó este circo”. “Saqueo es la única palabra que le reconocemos a la privatización de los servicios públicos durante los 90 y a los millones que las empresas se llevaron durante la década anterior”, denunció la diputada del PTS Myriam Bregman, quien le recordó al ministro que en “las empresas petroleras hay muchos amigos cercanos al presidente Macri”. “Es la hora de la izquierda”, bromeó Pitrola al tomar la palabra, dado que los diputados y referentes gremiales del FIT hablaron uno detrás del otro y monopolizaron los discursos durante más de media hora. “Aranguren es un hombre de las petroleras”, remató.

También la UIA, la CAME tuvieron ayer su oportunidad para hacer señalamientos y describir el impacto del aumento entre sus representados. “Las grandes cadenas, los grandes formadores de precios, no están aquí presentes porque el tarifazo no los afecta. Sólo afecta a las Pymes. No desconocemos la necesidad de adecuar las tarifas, pero eso no puede ser a costa de beneficiar a algunos y perjudicar a otros”, sostuvo Ignacio Martín de Jáuregui, en representación de la CAME.

El senador neuquino Guillermo Pereyra, secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, optó por una posición intermedia. Sostuvo que “faltaron inversiones para la reposición” del gas en los últimos años y opinó que hay sectores que no pueden pagar y otros que venían de la gran farra de calefaccionar la oficina”.