Para Javier Muñoz, su hermano sabía algo y “la única manera de callarlo era pegarle un tiro”

(ADN).- “La hipótesis que manejamos desde un principio es que mi hermano escuchó o sabía algo y la única manera de callarlo era pegarle un tiro en la cabeza, así como apareció” dijo Javier Muñoz, hermano del policía asesinado en Bariloche, durante una conferencia de prensa ofrecida esta tarde en Viedma, después de marchar por la ciudad capital en búsqueda de Justicia, acompañado por más de 600 personas.

Los familiares del oficial asesinado en Bariloche, pidieron que el gobernador Alberto Weretilneck declare en la causa; la renuncia del Ministro de Seguridad, Gastón Pérez Estevan y reclamaron ante el juez del STJ, Enrique Masilla por el esclarecimiento del caso y de otros acaecidos en la provincia sin resolver.

Javier Muñoz indicó que se manejaron muchas hipótesis, “se habló de un suicidio, de que andaba en algo raro, todo eso fue para tratar de desviar el foco de la investigación, porque trataban de poner trabas” y agregó que lo que se vimos y notamos fue el miedo que había, un miedo generalizado en Bariloche”.

Respecto de la información que les llegaba a la familia, Javier Muñoz sostuvo que “nos llamaban por teléfono, nos mandaban mensajes de texto, mucha gente se acercó y nos daban datos de donde podía haber estado, quienes pudieran estar involucrados en el hecho. Cuando se nos acercaban efectivos de la policía nos decían, no digas mi nombre, ni donde trabajo, si desaparecieron a tu hermano, a mi tranquilamente me pueden desaparecer”.

Aseguró que la Fiscalía que entiende en la causa, no escuchó la información que a los familiares les hacían llegar y agregó que “trataban de disuadirnos, nos decían que iban a investigar y estuvimos 27 días en vilo, esperando información que nunca llegó”.

Remarcó que “no confiamos en el fiscal porque en las últimas diligencias que se llevaron a cabo en Bariloche, la tardanza con que se manejó la situación, por cómo se filtró información, salió a la luz el nombre de uno de los testigos protegidos. Ayer se presentó una recusación hacia el Fiscal”

A los familiares de Lucas Muñoz les llamó la atención cómo se llevó a cargo la investigación, porque a su entender se tardó mucho, “si bien hay un protocolo de 24 horas para personas desaparecidas, en este caso recién se actuó después de las 48 horas y con mucha tranquilidad, el hecho de que haya sido un oficial de la policía ameritaba haber actuado mucho más rápido”, indicaron.

Respecto de una presunta vinculación con la causa de Micaela Bravo, Javier Muñoz evaluó que “hay muchas hipótesis y muchas coincidencias con el caso de Micaela Bravo, en cuanto a cómo aparecen los cuerpos, de que justo se rastrilló ese lugar y después aparece el cuerpo tirado” y agregó que “Micaela apareció cuando mi hermano estaba de guardia, él llevó a cargo los rastrillajes, los operativos de allanamientos y no se descarta que esté involucrado con el caso de Micaela Bravo y el entorno donde ella estaba”.

Además señaló que salieron nombres que tenían cierta vinculación con el caso Solano, como el caso “del oficial Iruzta, que si bien quedó absuelto, fue investigado por plantar pruebas y en el caso de Lucas, fue quien ingresó al domicilio y siendo oficial inspector sabe que no puede ingresar a un domicilio sin una orden, en este caso se lo está incriminando”.

La familia de Lucas Muñoz marchó por segunda vez por la ciudad de Viedma pidiendo justicia.La concentración fue en la plaza San Martín y marcharon por diferentes edificios públicos, en el Superior Tribunal de Justicia, los recibió el Juez Mansilla, “le planteamos la situación en la que estábamos viviendo los familiares de víctimas de casos sin resolver, en el que en algunos son días y para otros años. Nos une una situación, la impunidad en todos los casos”.

“Le pedimos que haga lo que esté a su alcance y nos dijo que se iba a trabajar de la mejor manera, que se iba a sanear la policía, porque lo que uno no quiere es manchar a la institución, por los policías que trabajan por vocación, sabemos que este hecho ya mancha la institución y se lo hicimos notar”.

Pidieron la renuncia de Pérez Esteban, al frente de Seguridad y señalaron que “no esperábamos nada porque el ministro se hizo presente a los siete días que desapareció Lucas, haciendo alarde que ellos ponían a disposición todas las herramientas, que tenían plena confianza en la policía y demostró todo lo contrario. Cuando apareció el cuerpo de Lucas, él estaba presente y no dió la cara, no apareció, se volvió a Viedma sin mandar un mísero mensaje …nunca estuvo presente”.

En la causa solicitaron además que declare el gobernador, Alberto Weretilneck, “es una estrategia que nos planteó el abogado, porque en los dichos del gobernador daba a entender que para él había una mafia que estaba instaurada en la policía, entonces se lo citó para que amplié esas declaraciones, por si tenía algún tipo de información y para que la diga, así de esa manera se puede llegar a aclarar la situación o no. El juez Campana determinará si lo cita o no”, explicó Javier Muñoz, uno de los voceros de la familia del oficial de policía Lucas Muñoz.