Más de cincuenta vecinos comen y duermen en la casa parroquial de La Merced, junto a la Catedral

(ADN) El albergue nocturno denominado “El Buen Sanmaritano”, funciona en esta ciudad, a partir de las nueve de la noche, en La Casa Parroquial de La Merced, junto a la Catedral, donde diariamente concurren unas cincuenta personas, que a las nueve de la mañana, pueden hacer uso de la “heladera solidaria”. La iniciativa responde -se informó- como respuesta al pedido del Papa Francisco y en muchas iglesias se crearon ámbitos para que las personas en situación de calle, tengan un lugar para dormir, bañarse, desayunar y almorzar.

Este albergue nocturno funciona para aquellas personas en situación de calle, que “es la misma gente que antes encontrábamos en la guardia del hospital”, afirmó el Padre Luis García, quien agregó que “la gran mayoría duerme en la Catedral, en un salón confeccionado para tal fin, donde también hay servicio de ducha”.

El otro servicio que se brinda es denominado «heladera solidaria”. Se trata de un sistema que tiene una pequeña diferencia con la “heladera social”, que se lleva adelante en distintos puntos del país, que funcionan en la puerta de algún restaurante y luego lo que sobra se pone al servicio de la gente que lo necesita.

El Padre Luis, que a su vez preside la Fundación Creando Futuro, señaló que “nosotros no quisimos hacer una «heladera social», acá le llamamos «heladera solidaria» y la diferencia es que la heladera no está afuera, sino que la ubicamos adentro, e invitamos a que se sienten a una mesa, que puedan interactuar con otros vecinos, que puedan hablar, compartir y luego se le ofrece el desayuno o el almuerzo, sentados y parece que no, pero tiene sus consecuencia positivas”, manifestó.

Indicó que están asistiendo alrededor de cincuenta personas y que muchos de ellos están en situación de calle, y que en ese equipo de voluntarios que colaboran, ahora se sumó “la misma gente que llegó en un momento determinado a la heladera para hacer uso de ella, es muy interesante que esa misma gente ahora está coordinando el servicio y eso se suma al trabajo que hacen los voluntarios que iniciaron el proyecto”, expresó.

Los alimentos que allí se brindan, son donados por la comunidad que lleva sus alimentos de manera solidaria, en algunos hay personas que colaboran, uno o dos días a la semana, a preparar comida exclusivamente para la heladera solidaria, que funciona de las nueve de la mañana hasta las trece, de lunes a sábados.

El Padre Luis García señaló que para llevar adelante los proyectos del “albergue nocturno” y la “heladera solidaria”, es necesario el aporte de Desarrollo Social de la provincia, la Municipalidad de Viedma, la Cooperadora del Hospital Artémides Zatti, que administra los fondos y de la Parroquia, que pone el lugar y el equipo de voluntarios.