Liderazgo mata gestión. ADN

Alberto Weretilneck es un tanque electoral. Así lo demuestran las últimas encuestas. Si las elecciones fuesen mañana volvería a ganar, en todos los escenarios, contra cualquier rival de la oposición y más o menos atado a un proyecto nacional. Pero la gestión de su gobierno es mediocre. La mayoría de los rionegrinos valoran al mandatario pero evalúan que no logra resolver los problemas. Al tope de las preocupaciones aparecen seguridad y trabajo. ¿Cuanto tiempo más soporta la buena imagen del gobernador para sostener el proyecto político?. Por ahora, liderazgo mata gestión.

Los trabajos de opinión pública realizados por consultoras vinculadas a los gobiernos nacional y provincial, ratifican la foto del proceso electoral de 2015. Eso envalentona a quienes promocionan la re-reelección de Weretilneck. Por ahora, el gobernador niega cualquier impulso en ese sentido. Pero desde su entorno surgen dos caminos: la consulta al Superior Tribunal de Justicia, el más riesgoso y la reforma constitucional.

Desde el año pasado el proceso reformista viene siendo promocionado por varios sectores, incluso del Frente para la Victoria. El diputado nacional Martín Doñate reivindica esa instancia porque la actual Constitución es vieja. En estos días, sus aliados de Nuevo Encuentro se manifestaron a favor también, pero sin incorporar la re-re. Otros sectores de la oposición fijaron igual postura.

“No le conviene ir por el lado de la Justicia” reflexiona un legislador del FpV “porque corre riesgo en la Corte Suprema por el antecedente de Gerardo Zamora en Santiago del Estero”. Lo dice casi como un consejo y avisa que “a Martín le conviene ese camino porque tiene chances de bloquearlo”.

Martín es Soria, el jefe del PJ rionegrino. El joven intendente de Roca sigue siendo –junto a Magdalena Odarda- de los políticos más valorados. Y en su ciudad, mantiene una muy buena aceptación una fuerte intención de voto, aunque no tiene mucha inserción provincial.

El desafío de Soria es “salir” de su ciudad e instalarse definitivamente como conductor de la oposición. El FpV sufre un proceso interno de mucha fisura provocada por el proceso político nacional. En Río Negro sus dirigentes buscan evitar que ello impacte pero a veces no lo logran.

La incursión del massismo ha provocado que varios dirigentes quieran pronunciarse inmediatamente en favor del ex intendente de Tigre. Pero esperan a 2017. Ese espacio comenzó a caminar la provincia y busca consolidar en una sus actuales tres vertientes. Comenzó a explorar acuerdos con sectores del PJ y la UCR.

Los vínculos del senador Miguel Pichetto con Sergio Massa son cada vez más frecuentes. Esta semana cenaron juntos y buscan alianzas futuras.

Pichetto es el secretario de acción política del PJ nacional y está encargado de la relación con Massa y otros dirigentes como Florencio Randazzo. Buscan rearmar el partido luego de la derrota con Mauricio Macri. Creen que éste es un gobierno de transición y que el peronismo volverá a la Casa Rosada en 2019.

Esa evaluación hace que algunos sectores del radicalismo promueven una alianza con el massismo. El presidente del partido, Darío Berardi, quiere una alianza como en Jujuy donde detrás de Gerardo Morales (UCR) se aglutinaron el Frente Renovador y el PRO. Imposible en Río Negro, al menos por ahora. El principal escollo es el macrismo. Como respuesta, el concejal viedmense Leandro Massaccesi retrucó: “quien apuesta a Massa, apuesta al fracaso de Macri”.

Pero sin 2017 no hay 2019. Y el oficialismo busca ganar de punta a punta la elección para consolidar su hegemonía política. La elección de medio término renueva dos bancas de diputados en el Congreso de la Nación.

Weretilneck salió a medir a sus posibles candidatos. Su carisma y votos son intransferibles, pero siendo el jefe de campaña, Juntos Somos Río Negro tiene grandes chances de ganar.

¿Cómo será la lista?. Una encuesta tiene los nombres de Pedro Pesatti, Alejandro Palmieri, Luis Di Giácomo, Carlos Valeri y Mónica Silva. Dicen en los pasillos de Gobierno que la Ministra de Educación es número puesto. Será la segunda de la nómina. Quien la acompañe es decisión de Weretilneck. Si fuese solo por una cuestión numérica, el vicegobernador lleva ventajas a sus competidores.

Sin embargo en el seno del Gobieno se mantiene la preocupación por la gestión. Desde el triunfo en 2015 Weretilneck viene pidiendo a su equipo “levantar la vara”. En algunas áreas no sucede. “Hay Ministros que están muy cómodos” dice un influyente hombre del entorno del gobernador. Las encuestas indican que la gestión no es buena, y que no se conoce el gabinete.

¿Hasta cuándo la buena estrella de Weretilneck dará cobertura?. Es cierto que el gobernador parece acapararlo todo y que a su alrededor no crece el pasto, pero la gestión requiere ejecutores, no vedetes.

Esta semana se conoció la salida del secretario de Trabajo, Miguel Contín. En su reemplazo llega el cipoleño Lucas Pica. El recambio se da en un momento donde los gremios presionan por aumentos salariales. Pero también en medio de las críticas que la CGT le hizo a la Mesa Sindical que lidera Rubén López. En un comunicado de la central obrera donde se cuestionaba duramente al ex jefe de la fruta, se leían las firmas de Rubén Belich, Juan Carlos Scalesi y, entre otros, un representante del gremio de la sanidad. Ese sindicato es liderado por Contín. Pero al margen de las disputas de los “gordos”, habían quejas por el “doble comando” del Secretario a la hora de acordar salarios o realizar inspecciones en clínicas y sanatorios. Esos malestares también llegaron a oídos del IPROSS y desde allí a la Casa de Gobierno.

La gestión tiene otros temas pendientes. Pero la crisis financiera provincial –y la falta de ejecutividad en algunas áreas- complican las respuestas. La Legislatura dio luz verde al Gobierno para tomar deuda y girar fondos en descubierto. Todo un síntoma. Los fondos provenientes de Nación en concepto de coparticipación son cada vez más escasos y las políticas de la Casa Rosada no ayudan: tarifazos, inflación, despidos y aumentos permanentes de combustibles. Eso se ve reflejado en las consultas de opinión. En Río Negro Macri tiene apenas 27% de imagen positiva y supera el 45 de negativa.

La oposición levanta la voz para criticar el endeudamiento, pero vota las medidas que requiere el Ejecutivo: “No vamos a poner palos en la rueda” dicen, y reconocen que los intendentes “lo piden”.

La crisis se notó en el cronograma de pagos. Este mes fue anunciado recién el 1 y comenzará el 5. Los aguinaldos se pagarán desde el 19. Hasta acá no habían registrado tanto atraso. El anuncio del pago Weretilneck lo hizo ante la prensa luego de un acto junto a Juan Carlos Scalesi. El líder de UPCN se deshizo en elogios al mandatario, aunque reconoció rencillas. Pero nada alterará ese vínculo. Tanto, que lo despegó de la Ley de Disponibilidad que motorizó el ex gobernador Carlos Soria mientras Weretilneck era su vice. Scalesi le reconoció haber revertido esa norma y avanzar en la concreción de reclamos históricos como la zona desfavorable, las recategorizaciones, el pase a planta permanente y el pago de la antigüedad.

Otros gremios no son tan condescendientes. ATE anunció un paro el próximo jueves 7 y UnTER definirá esta semana en su Congreso una medida de fuerza al regreso del receso invernal. Sobrevendrán después de las vacaciones pedidos de reapertura de paritarias. SITRAJUR se sumó. Los municipales también. El poder adquisitivo se deterioró. El segundo semestre fue un fracaso anuncio de mejoría del gobierno nacional y la promocionada lluvia de dólares producto de las inversiones extranjeras luego del pago a los Fondos Buitre, no mojó ni la vereda del Banco Central.

La única industria que aparece reactivada es la del campo, producto de la quita o baja de retenciones según la actividad. Pero los exportadores piden un dólar más caro. Si sigue el alza de la moneda extranjera, la política anti inflacionaria podría fracasar. Recesión e inflación sería un combo difícil para lo que resta del año.

Alberto Weretilneck confía en que la economía nacional se recuperará. Por eso toma créditos a un año. Quiere –mientras la crisis dure- que en Río Negro no se note. Por eso los préstamos sirven para pagar salarios y proveedores. La idea es mantener el estado de funcionamiento actual. El Gobierno no quiere ni escuchar la palabras crisis, emergencia, ajuste, despidos. Y mientras la macroeconomía no acompañe, hay que pasar el invierno.