¿Por qué Néstor Marcelo Ramos circula libremente en Suiza?

(Por Juan Gasparini) Doce días después que el juez federal de Buenos Aires, Sebastián Casanello, lanzara un pedido internacional de búsqueda y captura contra el abogado Néstor Marcelo Ramos, nacido en Córdoba, Argentina, el 5 de julio de 1963, pero residente en Suiza desde hace aproximadamente una década, se producía en Zúrich, Suiza, una escena que parecía emerger de una película de ficción. A las 14,30 Hs. del martes 17 de mayo de 2016, gozando plenamente de su libertad, Ramos se presentó en la oficina 169 de la sede judicial del Cantón de Zúrich, en el 55 de la Stauffacherstrasse, acompañado por su abogado, Luca Trisconi. Comparecieron en una audiencia con el periodista Christian Bütikofer, del semanario “Handelszeitung”, al que Ramos ha querellado por difamación y delito contra el honor, en virtud de tres artículos escritos en alemán que desearía ver eliminados de la página web de la revista, editada en esa ciudad.

Desde hace cerca de tres años, Ramos es considerado por la fiscalía argentina que entiende en su caso como el “enigmático testaferro” en Suiza de Lázaro Báez, a quien se atribuye el intrincado papel de socio y/o tesorero en las sombras del matrimonio Kirchner, pareja gobernante de la Argentina entre el 2003 y el 2015. Es de imaginar que al declinar su identidad para entrar en la sala judicial del palacio de Justicia de Zúrich, Ramos debió exhibir su permiso de residencia en Suiza, donde se ha establecido en el único Cantón de habla italiana, el Ticino, en el cual manejar el citado idioma tal vez lo asimila mejor a su pasaporte italiano B612924. El artífice de sociedades de cobertura de la llamada “ruta del dinero K”, da la impresión de preferir su segunda nacionalidad, la italiana, para moverse en el mundo sin fronteras de las actividades fiduciarias. La ha utilizado para inscribirse en los registros de comercio de muchas de las empresas de fantasía a lo largo del planeta, en línea con sus actividades “off-shore” destapadas por la prensa. En la comparecencia de Zúrich habló en italiano.

Ramos figura domiciliado en la comuna de Caslano, en el Ticino, Cantón en cuya capital, Lugano, tiene su cuartel general “Helvetic Services Group”, la compañía que bajo su conducción compró años atrás la financiera argentina “SGI”, mejor conocida como “La Rosadita”, por sus conjeturales conexiones ocultas con la “Casa Rosada”, sede del gobierno nacional argentino. En las oficinas de la SGI, Martín Báez, el hijo de Lázaro, y varios de sus colaboradores, fueron captados por un video de seguridad de la empresa contabilizando unos 5 millones de dólares en efectivo. La escena fue trasmitida recientemente por televisión en Buenos Aires, difusión que desencadenó la detención de Báez padre el 5 de abril de 2016, y el pedido de búsqueda y captura firmado por el juez Sebastián Casanello un mes después, que no ha todavía podido interrumpir la libre circulación de Ramos en Suiza. Folco Galli, el portavoz de la Oficina Federal de Policía en Berna, ha eludido pronunciarse. Se remite a que ese tipo de pedidos están protegidos “por el secreto de función”.

“Ramos me reprocha cosas que yo nunca he escrito. Dice que lo acuso de traficante de armas, pero eso es absolutamente falso”, señala el periodista Bütikofer por correo electrónico al evocar la audiencia. “Otro reproche que me hace es que lo he descripto como un lavador de dinero. Si leen mi artículo verán que yo digo que hay un montón de personas involucradas en el escándalo K y que Ramos es un personaje clave”, resume el cronista de “Handelszeitung”, uno de los tres periodistas en este país que han sido querellados por Ramos.

El hecho más significativo que le imputa la justicia argentina a Ramos, es haber hipotéticamente intervenido en la plaza financiera suiza, para que alrededor de 33 millones de dólares procedentes del clan Báez, sacados ilegalmente de la Argentina hacia 2011 y canalizados en Ginebra, a través de los bancos “Lombard Odier” y “Safra Sarasin”, se destinaran a la compra de bonos de la deuda externa argentina, ulteriormente liquidados por “Helvetic Services Group” en Buenos Aires entre diciembre de 2012 y abril de 2013, mediante cheques que fueron acreditados en la cuenta de “Austral Construcciones” de la capital argentina, la nave insignia de Lázaro Báez. Al parecer se trataría de una suerte de auto compra de títulos por parte del clan Báez que acaso constituiría una operación de lavado de dinero.

Cabe agregar que no solo “Helvetic Services Group” interesaría al juez Casanello en sus investigaciones. El fiscal del procedimiento argentino, Guillermo Marijuan, mencionó en un documento de alegaciones del 18 de junio de 2015, a otras sociedades suizas en las que Ramos habría tenido responsabilidades, como “En Suisse” y “Ventas SRL”, ahora prácticamente disueltas, o “Vansomatic”, de la cual se desvinculara de su directorio el 6 de agosto de 2013. También enumeró a “Swisser AG”, actualmente “partner” en Ginebra de “DV International Sagl”, cuyo “manager” es Ramos, sociedad afincada en Vía Cantonale 6, de Lugano, Ticino, domicilio de otras sociedades hoy activas del omnipresente Ramos, como “Marcadet”, “Biodynamics”, “Grafeno” y la “Fondazione Federico Zichy Thyssen”.

“Le pregunté por el pedido de captura de la Argentina y respondió que él no vive desde hace años en Argentina, que sus padres sí viven allá. Supuestamente no recibió la convocatoria de la justicia argentina. Dijo, como testigo, estoy dispuesto”, sostiene Buetikofer que afirmó Ramos. La audiencia duró una hora más o menos y no resolvió el litigio entre ambos. La querella continua su curso, informó el periodista. Saverio Snider, vocero de la fiscalía del Ticino, bajo el mando del Procurador General de ese Cantón, John Noseda, jurisdicción donde vive y trabaja Ramos, comunicó a una consulta periodística que desconoce quién es.

La ausencia de entendimiento entre el aparato judicial helvético y el juez Casanello, podría explicar las razones de la no ejecución del pedido de captura que apunta al directivo de “Helvetic Services Group”. La investigación penal en Suiza que involucraba a los Báez y Ramos fue archivada por el Ministerio Público de la Confederación (MPC) en diciembre de 2014, que desbloqueó una decena de cuentas y devolvió al clan Báez unos 15 millones de dólares. En ese contexto el juez Casanello habría enviado un exhorto a Suiza fechado el 14 de julio de 2015, que según Folco Galli recién llegó a Berna el 29 de septiembre de 2015. El portavoz suizo añadió que el 28 de abril de 2016, Suiza trasmitió “a las autoridades argentinas un requerimiento de complementos (de información) y de clarificaciones”, demanda que estaría en espera de respuesta.