La Argentina Macrocefálica- El desafío de cambiar

(Por José Luis Foulkes) El miércoles 16 de abril de 1986, 30 años atrás, el presidente Alfonsín anunció el proyecto más audaz y reivindicativo del que los argentinos tengamos memoria.

La convocatoria para marchar “Hacia el mar, hacia el sur, hacia el frío” no era una sencilla reivindicación para la Patagonia, lejana y despoblada, revelaba el nudo gordiano de un debate que debemos darnos, el de la Argentina macrocefálica de la lucha por el federalismo, por la descentralización.

La existencia de grandes centros urbanos, densamente poblados, cosmopolitas, económicamente activos, gratos para las inversiones y el clima de negocios.

Frente a esas grandes ciudades concentradoras de poder político y económico, la otra cara del espejo, la otra realidad, ¿ la otra Argentina?

Pongamos entonces como ejemplo a nuestra provincia de Río negro con poco más de 700 mil habitantes distribuidos en 200 mil km cuadrados. Imposible mostrar una foto más nítida. Con recursos naturales, renovables y no renovables que harían viable el desarrollo humano y económico, como de otras muchas regiones del país.

Es entonces esta fecha, del aniversario de aquel anuncio, la más apropiada para abocarnos a una revisión que nos acerque al país qué queremos los argentinos, o al menos, qué queremos quienes compartimos esta visión de país y someternos a buscar respuestas en cuanto a qué debiéramos hacer para que ésto sea una prioridad para todos.

Es imprescindible revisar el actual esquema macrocefálico que determina una inequitativa convivencia entre la Argentina urbana y moderna y la otra, despoblada y de escaso interés para las inversiones.

El Plan Patagonia del gobierno de Raúl Alfonsín podría adolecer de algún nivel de desactualización, pero no obstante, el concepto primigenio sobre el que se desarrolla la propuesta de corregir el crecimiento desarmónico del país, persiste.

Por esta razón quienes fuimos destinatarios directos de aquella audaz y valiente iniciativa queremos recordar este desafío político, que atendía el desarrollo armónico de una nueva argentina y lo hacemos desde esta ciudad que vibró y soñó una argentina diferente.

Como radicales, nos sentimos compelidos a utilizar esta fecha para convocar a nuestros correligionarios, a nuestros socios de Cambiemos y luego a todos los argentinos a un debate histórico en donde se pondere una reactualización de la convocatoria de hace 30 años haciendo eje en:

-Rescatar el valor de separar físicamente al poder político del poder económico.
-Corregir el desarrollo desarmónico que favoreció a los grandes centros urbanos por encima de las pequeñas poblaciones.
-Revalorizar las economías regionales.
-Jerarquizar lo político institucional con figuras nuevas como las de Comarca.
-Redistribuir las cargas impositivas, diferenciales para estimular inversiones, para generación de empleo.
-Generar políticas de subsidios que apunten a la demanda y no a la oferta.

Por fortuna, algunas de estas propuestas están encaminadas para empezar a viabilizarse, pero anhelamos sumar el compromiso político y ciudadano de los argentinos en su conjunto, y en especial de los radicales en homenaje al gran presidente Raúl Ricardo Alfonsín.