Escándalo en el turf: drogas prohibidas en caballos de carrera

(Por Fabricio González para ADN).- De 15 muestras tomadas a otros tantos caballos en agosto del año pasado en el Hipódromo de Neuquén, en 13 dio positivo de sustancias prohibidas. Entre las drogas que se le suministraron a los caballos, detectaron el letal “turbo”, nombre que en la jerga del turf se le da al Butorfanol, un opiáceo más fuerte que la morfina. “Un caballo, con eso, puede correr hasta quebrado”, dijo un cuidador que reparte su oficio entre las canchas profesionales de La Plata y San Isidro.

En un parte oficial de prensa del Ministerio Público Fiscal de Neuquén (MPFN), se brindó un detalle de la conferencia de prensa que brindó el fiscal General José Gerez. Allí, se explicó que los estudios fueron hechos en el laboratorio del Centro de investigación y control de doping, que funciona en la ciudad de La Plata (Buenos Aires).

“Se trata de sustancias prohibidas por la ley antidoping o que puede ser consideradas de maltrato animal, o sea, que se están infringiendo dos leyes. Hemos comprobado que si bien persiguen fines terapéuticos, en una competencia deportiva se las considera maltrato”, señaló.

“Los próximos pasos serán establecer la titularidad de los caballos, quienes son los cuidadores, quienes lo han tenido en custodia», para continuar con la investigación y efectuar la formulación de cargos», adelantó Gerez.

Las sustancias detectadas son: efedrina, niquetamida, clembuterol, butorfanol, cafeína, atropina, dfenhidramina, orfenadrina, lidocaína y flunixin.

Un experto consultado por ADN, explicó que el Butorfanol es un opioide. Tipo morfina, pero mas fuerte. “Es una guarangada, que se usa para tapar todos los dolores”, dijo el cuidador consultado, quien consideró que “en el caballo se lo puede tomar como un estimualnte porque puede correr hasta quebrado”. En la jerga hípica se lo conoce como “turbo”, que se desprende de su nombre comercial Torbugesic. Esta sustancia se inyecta tambipen al momento de la venta de un caballo lesionado, dado que aún bajo la supervisión de un veterinario el animal puede hacer todas las maniobras son mostrar signos de estar “roto”. Según el Ministerio de Sanidad de España, la potencia analgésica del butorfanol en caballos es 10-17 veces superior a la de la pentazocina y 2,5 veces superior a la de la morfina.

“Nuestro objetivo no es que se suspendan las carreras de caballos o condicionar la actividad, ya que no está prohibida en ningún lugar del mundo”, dijo Gerez, pero advirtió que “la actividad debe ser legislada, es necesario un marco regulatorio que regule los análisis de dopaje”.

Las muestras a los caballos fueron tomadas en agosto pasado mediante un operativo que dirigió Gerez en el hipódromo de Neuquén. El procedimiento lo hizo junto al fiscal del caso Andrés Azar y a un grupo de 80 efectivos de la Policía provincial.

De la conferencia también participó Fabián Pérez, médico veterinario de la Policía de Neuquén. El profesional detalló las 10 sustancias halladas en los estudios y explicadas fuentes profesionales consultadas por ADN:
Efedrina: estimulante general, respiración y respiratorio.
Niquetamida: Familia de la cafeína.
Clembuterol: broncodilatador
Butorfanol: conocido como “turbo”. Es un opioide. Más fuerte que la morfina.
Cafeína: estimulante.
Atropina: No da ventaja deportiva, inhibe algunas secreciones.
Fenhidramina: Estimulante
Orfenadrina: relajante muscular, se aplica luego de los viajes.
Lidocaína: para el dolor, anestésico local.
Flunixin: analgésico.

“Las cuatro primeras están prohibidas por la ley antidoping, las demás no están prohibidas, son sustancias que no son de uso terapéuticos (sólo dos y en casos particulares) y no se usan en el tratamiento de ninguna patología”, manifestó.

En ese marco, dijo que “todas tienen efectos nocivos sobre el organismo” y precisó que los efectos que causan son estimulación del sistema nervioso central, del sistema respiratorio, circulatorio y cardiorespiratorio, estimulando la frecuencia cardíaca y aumentando la presión arterial, taquicardia, arritmias y efectos no deseables en el organismo de ningún animal”.

Algunas sustancias son relajantes musculares o sedantes, “o sea se buscó que el animal corra lo más lento posible.

En general, los efectos indeseables que se producen son a corto mediano y largo plazo. Seguramente algunos de estos animales han tenido problemas de salud”.

Añadió que “el tema no es prohibir las carreras, sino tomar conciencia del entrenamiento, sanidad y nutrición del animal. No es necesario dar sustancias para mejorar rendimiento”.