Comodoro Py, un símbolo. ADN

Bonadío lo hizo. Facilitó el escenario para que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner apuntara con el dedo índice al frente del coloso de cemento que alberga al fuero federal.

Una docena de jueces a quienes, como suele decirse en el foro porteño, se les puede pedir cualquier cosa menos que sea imparcial.

Comodoro Py es un símbolo del Poder Judicial. Están los jueces de la servilleta, los tortugas que se convierten en liebre, otros que son advertidos por tribunales de alzada por tener manifiesta animosidad contra los acusados y los permeables a las órdenes de los poderes de turno.

Bonadío se excedió en “el cumplimiento del deber” y en una causa que todos los entendidos señalan como “sin sentido y para nada judiciable” permitió que la ex mandataria recluida y callada en el sur argentino volviera tan verborragica como siempre y acompañada por una movilización de miles de simpatizantes.

Por ese edificio desfilaron muchos funcionarios de todos los gobierno desde 1983, con una práctica muy conocida; oficialistas mientras dura el mandato del gobierno de turno y acusadores cuando se pierde esa pátina de políticos intocables.

Todo lo que se produce en Comodoro Py tiene su correlato en los medios hegemónicos. Causas que como pompas de jabón se desvanecen rápidamente, que no tienen condenan, pero que cumplen un determinado propósito político.

En Comodoro Py se prepara la argamasa para construir la imagen de descrédito de la Justicia.

Quizás Bonadío no se equivocó, sólo quiso reafirmar una vez más que esa mole de cemento gris a pocas cuadras del río de La Plata, es todo un símbolo nacional.(foto Infobae)