Co-participación. ADN

El gobernador se plantó ante Nación y reclamó con firmeza la devolución del 15% de la coparticipación. Alberto Weretilneck encontró otro tema aglutinante en la defensa de los intereses rionegrinos y define un adversario foráneo. Obliga a la oposición a tomar partido y busca que la restitución de esos fondos engrosen las arcas provinciales, en un año donde las paritarias serán un escollo difícil.

La jugada política aparece en un semana donde resurgieron los problemas por la falta de acceso a la tierra y a la vivienda, donde el Secretario de Agricultura nacional llega a Río Negro con créditos, pero sin respuestas de fondo a la problemática frutícola, y donde la minera de Sierra Grande tambalea y amenaza nuevamente a convertir esa ciudad en un pueblo fantasma.

Weretilneck tiene que afianzar el proyecto político provincial de Juntos Somos Río Negro, no le es propio el reclamo de los gobernadores del Frente para la Victoria. Pero fundamentalmente, advierte que las buenas artes del senador Miguel Pichetto van mermando y la llegada de Sergio Wisky no es tan decisiva en Buenos Aires.

En el PJ rionegrino escucharon atónitos la propuesta de Pichetto sobre abrir la negociación en el Congreso para acompañar los proyectos de la Casa Rosada a cambio de la devolución de la copartipación a las provincias. «Sonó a extorsión» dijeron desde el sorismo. «A nosotros no nos van a arriar», advirtieron desde el kirchnerismo. Y ambos sectores coincidieron que «sería una estafa» al pueblo porque la devolución de esos fondos son ínfimos respecto de la deuda que pretende contraer con organismos financieros internacionales el gobierno de Mauricio Macri, y que requieren aprobación parlamentaria. Nación contesto: «no intercambiamos leyes por obra pública».

Al margen de la postura particular de Pichetto, la diferencia de criterios marca la puja en el peronismo. «El senador decidió no jugar» recordó un dirigente y repasó la lista de unidad. Ninguno de los hombres más identificados con el pichestismo la integran. «Su presente está en el Congreso», aseguran. La renovación generacional está en marcha.

La senadora Magdalena Odarda acompañó el reclamo de Weretilneck. La representante del Frente Progresista sostiene con coherencia la distribución federal de fondos. Y se acerca a la posición de defensa de los intereses rionegrinos. Logró un bloque propio en la Legislatura provincial y no quiere que la nueva realidad política nacional la licue.

El radicalismo no se expresó. José Luis Foulkes, un interlocutor válido del PRO, quedó atrapado en el fuego amigo. No consiguió que Nación destine fondos para terminar obras nacionales en la ciudad. El intendente de Viedma viajó a Buenos Aires luego de la toma de 222 casas del barrio 22 de Abril, todas en proceso de adjudicación y casi listas para habitar. Son del programa Techo Digno. Sin fondos hay obreros sin trabajo, familias sin viviendas y un conflicto social por la usurpación.

El gobierno nacional tampoco define la titularidad de los organismos nacionales, y cae la expectativa de un sector de la UCR en ocuparlos. Otro tironeo y desgaste para Foulkes. ¿Vuelve Fernando Chironi a la política activa?. El tiempo lo dirá. La cobertura de esas entidades también comienza a develar que el acuerdo del macrismo con Pichetto para mantener algunos funcionarios es endeble. En Viedma y Valle Medio es palpable. ¿Qué sucederá con la relación entre la Casa Rosada y Río Negro?. Difícil saberlo. Un dato: el jefe de agricultura pasó por el Alto Valle y aportó muy poco para comenzar a solucionar el conflicto frutícola. Esta misma semana, el Presidente fue a Mendoza y avanzó en soluciones para el sector vitivinícola. Se mantiene el juego de amigo-enemigo.

ATE pidió insistentemente por la acefalía de esos organismo debido a que se resiente la atención a la ciudadanía. El gremio -que viene creciendo en Río Negro- tuvo un protagonismo exponencial, cuando la policía detuvo a tres de sus máximos dirigentes: Rodolfo Aguiar, Jorge Rivamar y Jorge Alarcón fueron violentamente encarcelados por reclamar ante la Universidad del Comahue por trabajadores despedidos.

En este contexto nacional, por la detención de Milagros Sala en Jujuy, rápidamente hubieron expresiones de repudio a lo ocurrido en Roca, y se ubicó al episodio como criminalización de la protesta. Claramente es así. No hubo delito alguno ni justificación jurídica sólida para desplegar un operativo de seguridad tan celoso con fuerzas especiales ni para encarcelar a los dirigentes de ATE. En rigor, la detención se produce luego de un cruce en la comisaría entre los dirigentes y el empresario aludido. Así y todo, fue una torpeza política.

Pero lo ocurrido encendió las alarmas en el resto de los gremios provinciales. Río Negro comienza el 5 de febrero, con la paritaria docente, el raid oficial de negociaciones con los sindicatos por los aumentos salariales. Los líderes de las organizaciones obreras temen por represión y detenciones. Pero manifestaron que llevarán adelante sus reclamos.

UnTER y SITRAJUR esperan que el aumento respete el piso del 40%. ATE pide una salario mínimo de 15 mil pesos. UPCN no dio cifras pero como el resto monitorea la inflación, la devaluación, el aumento de alimentos, combustibles y tarifas, y medirá una recuperación del poder adquisitivo salarial acorde.

Mientras la política toma su curso, se incautó un cargamento de mas de 100 kilos de drogas que tenía como destino la capital provincial. Es un caso inédito por la cantidad y por el ribete que adquirió el caso. Las primeras versiones indicaban que la cantidad secuestrada era de 36 kilos entre marihuana y cocaína. El pesaje final que hizo la justicia federal arrojó 99,700 kg. de canabis y 6,200 kg. de cocaína. ¿Qué ocurrió?. El relato oficial de la Policía es que el primer muestreo se tomó en onzas, de allí la diferencia. Fue el único argumento.

El operativo fue presentado por el Jefe de la Policía, Fabián Gatti, como el más importante de la historia de Río Negro. Se hizo cuatro días después de ocurrido.

Tres cosas llamaron la atención a los periodistas que cubrieron la conferencia: la presencia de Gatti, un funcionario de perfil bajo y poco afecto al contacto con la prensa; la poca precisión en los datos del Jefe (que debió ser asistido por el Subjefe y el Director de Criminalística); y que tuvo que consultar por lo bajo -ante la pregunta periodística- quién es Poblete.

Lucía Poblete es suboficial de policía quien fue atacada brutalmente. Según el fiscal que entiende en la causa, Juan Puntel, la joven recibió dos disparos de armas de fuego y fue vejada con un objeto metálico.

La semana de Gatti había sido difícil por los cuestionamientos a la fuerza que conduce por la detención de Aguiar. No terminó del mejor modo.