Berardi pidió la intervención del Consejo de la Magistratura por el caso Atahualpa

Viedma.- El presidente el bloque de legisladores radicales, Darío Berardi, señaló que “duele y frustra que para Atahualpa, a más de siete años de su muerte, no haya justicia”, en relación al homicidio ocurrido el 15 de junio de 2008 en Viedma. Consideró necesario que el Consejo de la Magistratura intervenga ante el posible mal desempeño de quien tenía a su cargo la investigación del grave hecho.

El legislador Berardi habló en el tramo final de la sesión que dio a conocer el trabajo de la Comisión Especial constituida en la Legislatura para analizar lo actuado en la investigación del homicidio del que fue víctima Atahualpa Martínez Vinaya.

Similar expresión utilizó para indicar que “nuestra Policía no sepa preservar una escena del crimen, aún cuando es una escena secundaria, ya que todo indica que el homicidio se produjo en otro sitio”.

“Duele y frustra que nuestra Justicia y nuestra Policía no puedan actuar en forma coordinada en la búsqueda de la verdad y que no aprendimos casi nada después de dolorosos hechos, de homicidios que también fueron sometidos a comisiones especiales, como el doble crimen de Río Colorado y el triple crimen de Cipolletti. Los errores investigativos se repiten y son verdaderamente frustrantes”.

Berardi expresó su desacuerdo que se defina a la investigación como “compleja”, cuando ”en realidad, se complejiza por los propios errores, omisiones y desinteligencias de los investigadores”.

Por eso, consideró necesario que el Consejo de la Magistratura intervenga ante el posible mal desempeño de quien tenía a su cargo la investigación.

“Un homicidio de por sí no es un delito complejo y, en todo caso, el contexto y el expediente y las declaraciones de quienes intervinieron en la investigación nos muestran que no fue buena la conducción profesional de la investigación. Y tan es así que aún no sabemos qué pasó, quien mató a Atahualpa y con qué móvil”, remarcó.

Además, Berardi resaltó especialmente la actitud de la familia de Atahualpa, de la señora Julieta Vinaya y su sobrina Laura, “quienes vienen fatigando incansablemente hace más de siete años en búsqueda de justicia y verdad y a cada paso nos dan una muestra más de su compromiso no solo con Atahualpa, sino con la sociedad misma”.