Autoconvocados reclamaron el esclarecimiento del atentado al Poder Judicial

Viedma.- A diez días del atentando contra el edificio central del Poder Judicial, los vecinos autoconvocados -en el marco de las causas que investigan abusos contra niñas y adolescentes-, manifestaron su «preocupación y perplejidad» por el hecho y reclamaron, tanto a la propia Justicia como al Poder Ejecutivo, su «urgente esclarecimiento en función de su carácter doblemente grave: como atentando en sí y como hecho que deja en evidencia la ineficacia y pasividad institucional en Río Negro».

Mediante un comunicado de prensa, los vecinos se preguntaron «quiénes y por qué atentan contra la Justicia». Para el grupo, «resulta claro que no se trata de los familiares y allegados de Daniel Solano, de Otoño Uriarte, de Atahualpa Martínez, o de tantos otros y otras víctimas de crímenes impunes. Resulta claro también que el atentando no es producto de aquellos en quienes se piensa cuando se habla de inseguridad, focalizando una problemática en sus consecuencias y no en sus causas. También aparece como evidente que ningún ´delincuente´ común se atrevería a tanto, y que para perpetrar un ataque de esta índole es necesario bastante más que atrevimiento.
Para los vecinos y vecinas, entonces, es indudable que, más allá de los motivos específicos, un atentado de estas características sólo puede producirse cuando existen condiciones que favorecen y garantizan impunidad, impunidad ante la que las instituciones -o mejor dicho, quienes las conducen- en Río Negro se han manifestado totalmente ineficaces, en el mejor de los casos, o absolutamente funcionales, en el peor».

En este orden, lo vecinos y vecinas comparten el sentimiento de la jueza Liliana Piccinini, integrante del Superior Tribunal de Justicia, quien dijo sentirse «ultrajada» por el ataque al edificio. Pero desde el lugar de vecinos y vecinas, sienten la necesidad de decir que a «ese ultraje se suma el que sistemáticamente padece la comunidad rionegrina con todos y cada uno de los crímenes no resueltos en la provincia, o con cada una de las niñas y adolescentes abusadas, o con el de cada joven vulnerable abandonado a su suerte».

«Ese mismo sentimiento que manifiesta ahora Piccinini, es el que nos embarga cuando las causas por corrupción prescriben o se diluyen en las idas y vueltas de la burocracia y de los tecnicismos. O cuando se le facilita la «huida» a un ministro sin la necesidad de que explique qué hizo o dejó de hacer en su cargo premiándolo, además, con un lugar en la Legislatura. O cuando la única respuesta a las problemáticas profundas y urgentes de la comunidad es el silencio y la indiferencia. Ese sentimiento, multiplicado hasta lo intolerable, es el que nos ahoga al saber que los asesinos de Atahualpa caminan junto a nosotros en nuestra ciudad», exprearon.

Es por ello que para los vecinos y vecinas «es imposible no observar este atentando como consecuencia de las mismas condiciones de precariedad, ineficiencia, vulnerabilidad y, en muchos casos, lamentablemente, complicidad institucional con la impunidad, y es por ello la necesidad urgente de su esclarecimiento».

El grupo reconoce que «en estos últimos tiempos una voluntad y un compromiso diferente hacia la ciudadanía ha comenzado a manifestarse por parte de algunos, unos pocos, funcionarios judiciales -voluntad y compromiso contra los que quizá se haya producido este atentado-, pero estructuralmente tanto el Poder Judicial como los otros dos poderes del Estado, aún deben recorrer un largo camino para ponerse al servicio de la comunidad, evitando ser víctimas de los monstruos que han ayudado a crear».