La Piedra Chiquita…

El niño estaba en sus primeros años de la escolaridad primaria. Durante un recreo fue sorprendido por el Director de la Escuela arrojándole una piedra a un compañero. Al darse cuenta que la escena había sido observada por una autoridad, la cual le pidió una explicación por lo sucedido; el niño atinó a defenderse diciendo : “le tiré una piedra chiquita….”

Esta anécdota – de la cual fui protagonista como docente- en aquel momento me llevó a la reflexión sobre algunas características del proceso de construcción de la moral infantil- en palabras sencillas, la capacidad de discernir sobre lo que está bien y lo que está mal. Indudablemente aquel niño necesitó de una autoridad externa que le señalara la transgresión a una norma de convivencia, lo que se define como una moral aún heterónoma -a la vez que– conciente de su mala acción- ensayó una defensa desde su pensamiento concreto, centrándose en las características de la piedra- para atenuar la gravedad de la falta, la cual radicaba en la intención y la acción de agresión al otro niño, no cuantificable por el “tamaño” de la piedra.

Hace unos días recordé nuevamente aquel suceso escolar, cuando el Gobernador Weretilneck minimizó la responsabilidad de su gobierno en el triste y escandaloso caso de corrupción de niñas y adolescentes en Viedma ligadas a un CAINA de Desarrollo Social; alegando que “era sólo una” la que estaba “institucionalizada”, mientras que el resto, «no estaban bajo la tutela absoluta del Estado, podían salir y entrar, tenían un régimen abierto. No vivían en los institutos, no estaban bajo protección estatal las 24 horas».

Si bien es admisible y esperable ese tipo de razonamientos infantiles y preconceptuales en un niño que está en pleno proceso educativo y de formación de su personalidad, resulta preocupante cuando esos intentos de deslindar responsablidades, y relativizar la gravedad de los hechos, provienen de quien – a nivel provincial- debería ser uno de los máximos garantes del correcto funcionamiento de las instituciones de nuestro sistema denocrático.

Sin embargo no es la primera vez que el primer mandatario provincial sorprende con sus curiosas interpretaciones de los hechos que suceden en nuestra provincia y la responsabilidad que le cabe al actor gubernamental. Por poner otro ejemplo en este sentido, se puede citar cuando frente a la compleja problemática de los adolescentes en conflicto con la ley; sostuvo públicamente algo así como que el “sentido común” marcaba que ”a veces, no necesariamente hay que apegarse tanto a la ley”.

Paradójicamente a lo que sucede hoy con sus cambiantes simpatías políticas, en aquella ocasión Clarín aprovechó la desafortunada declaración para titular “un Gobernador Kirchnerista dice que no hay que apegarse tanto a la Ley”(28/5 / 2013).
Si bien ahora la denuncia que conmocionó Viedma cobra agenda pública con gran despliegue mediático por los sectores sociales implicados, el suicidio de uno de los imputados, las indagatorias a los funcionarios provinciales- incluido el ex ministro Arroyo- y la responsabilidad que le cabe a los distintos poderes del Estado, no deja de ser un nuevo emergente que toma visibilidad- como la punta de un iceberg- de las políticas públicas de abandono y desinterés que ha tenido “in crescendo” esta gestión provincial sobre la sensible área de niñez y adolescencia.

Esta desgraciada y constante política de Estado del actual gobierno- denunciada sistemáticamente desde distintos sectores que trabajan con esta problemática e irreversible para todas las víctimas que fueron quedando en el camino- es una decisión claramente tomada desde el propio gobernador, más allá de la oxigenación y “cantos de sirena” que se generan con cada recambio de ministro y sus rimbomnates anuncios, lo cual no es más que parte de la siempre misma estrategia-

Ante todas estas reflexiones, el gobernador y sus aliados políticos podrán esbozar con la lógica de “la piedra chiquita”, argumentos tales como :“es solo un ministerio”,”no es para tanto, son muy contados casos” “ya lo estamos mejorando” “no son los temas que le interesan a la mayoría de la ciudadanía” “salen un par de días en los medios y listo”, “están todos de campaña” e infinitas descalificaciones y relatos alternativos de cualquier responsabilidad política que se le quiera endilgar en este momento.

Ante todos estos intentos de autodefensa y de promesas de cambio, vale recordar una frase del cantautor español Juan Manuel Serrat : “Nunca es triste la Verdad, lo que no tiene es Remedio…”

Sin embargo, la historia de nuestro país y la memoria de nuestro pueblo nos genera la esperanza que siempre la Democracia le da a la ciudadanía una oportunidad de que haya algún “remedio” ante semejantes aberraciones y pueda haber un cambio para mejorar la sociedad.

El nuevo gobierno que llegue al poder en Río Negro en el 2016 deberá tomar con seriedad y responsabilidad la “Protección integral de los Derechos de nuestros Niños y Adolescentes”, en especial a los que tienen menos oportunidades y esencialmente con aquellos que están bajo la tutela del mismo Estado, tal como están perfectamente explicitados en la leyes nacionales y provinciales vigentes en esta materia.

Jorge Luis Vallazza – DNI 12975453
Magister en Políticas Públicas y Gobierno- Licenciado en Psicopedagogía-
Profesor para la Enseñanza Primaria
Candidato a Legislador Provincial por el Frente Para la Victoria.