Las imprudencias de la ambición ● Roxana Fernández

Viedma.- La imposibilidad de María Emilia Soria de ser candidata a la Vice-Gobernación en una fórmula con el Senador Miguel Pichetto, para las elecciones del próximo 14 de Junio, demuestra lo que en el recinto y públicamente hemos manifestado desde hace un tiempo: El Pichettismo solo sabe criticar, no construir.

No han podido construir una fórmula, ya cerrada, por desconocer requisitos legales de la Constitución Provincial, como lo es la edad mínima para ser candidato a tamaño cargo. Esto demuestra, como bien señaló el Vicegobernador Pedro Pesatti, un alto nivel de improvisación. Esta imposibilidad de construir, este gran nivel de improvisación, abre un interrogatorio que en el electorado no pasará desapercibido: Si no pueden constituir una candidatura, ¿como harán para construir una gestión de Gobierno?

Además de eso, cuando se piensa el nombre que reemplazará a María Emilia para un cargo tan importante y se habla de Anahí Tappatá, Pichetto no recuerda -o ignora- que en su legajo figura haber trabajado en la Fundación Mediterránea de Domingo Cavallo, figura que llevó al país a una de las peores crisis, financiera, política y social.

Es preciso resaltar que con un compañero de fórmula se comparte la confianza, la coordinación, el trabajo en equipo y, sobre todo, un mismo rumbo. Si los intereses del candidato a Gobernador y el Vicegobernador, no son los mismos, entonces no hay un sustento sólido. Y como puede verse, nadie quiere estar por debajo de nadie, nadie quiere cumplir directivas del otro, y eso, a posteriori, trae consecuencias.

La alianza del Pichettismo y el Sorismo pende de un hilo y ante el primer tenzamiento ese hilo puede cortarse, con lo que ello puede generarle a los ciudadanos rionegrinos. Un poder ejecutivo que responde a un sector y un parlamento que responda a otro, realmente sería un escenario catastrófico.

Insisto que posicionarse desde la crítica resulta muy fácil y eso ha sido la campaña del Pichettismo durante todo este tiempo. A diferencia de nosotros que pregonamos en favor del respeto, la tolerancia y la búsqueda de consensos.

Me permito concluir entonces que el sector que lidera el Senador Pichetto ha sido esclavo de sus propias acciones. Mirar siempre al otro y olvidarse de mirar hacia adentro; intentar destruir lo que el otro construye y olvidarse de construir para sí mismo.

Roxana Fernández, Presidente del Bloque de Legisladores Juntos Somos Río Negro.