Ocampos propone desfibrilador en lugares concurridos

Viedma.- El diputado provincial de la CC-ARI, Jorge Ocampos, elevó un proyecto de ley a la Legislatura de Río Negro, a través del cual plantea que en los lugares públicos y privados de concurrencia masiva o de alto riesgo de la Provincia se instale un Desfibrilador Externo Automático (DEA) apto y disponible para el uso inmediato en caso de ataque cardíaco de las personas que allí transiten o permanezcan.

En ese sentido, explicó que “Los lugares públicos y privados de grandes concentraciones o circulación de personas los cuales serían contemplados serán los establecimientos dependientes de la Administración Pública Provincial, organismos del Estado provincial y agente financiero de la Provincia, las terminales de transporte público de pasajeros, los centros comerciales cuya superficie sea superior a 1.000 metros cuadrados, los estadios y lugares donde se realizan actividades deportivas varias con concurrencia mayor a doscientas (200) personas, los locales de espectáculos bailables con capacidad para más de quinientas (500) personas y las salas de conferencias, eventos o exposiciones con capacidad mayor a doscientas (200) personas”.

“También serán consideradas para contar con un Desfibrilador Externo Automático las instituciones dedicadas a la enseñanza, las actividades sociales y culturales donde concurran cotidianamente más de doscientas (200) personas, los sitios de juegos de azar, bingos y casinos, parques de diversiones y lugares de esparcimiento, aeronaves, trenes y embarcaciones con capacidad igual o superior a 100 personas, que sean de dominio provincial o sujetas a habilitación y/o permiso de la provincia y cuarteles de bomberos, comisarías y cárceles”, precisó el autor de la medida.

Además, en su proyecto de ley, Ocampos precisa que “se deberá contar con personal capacitado para el uso de los DEA, como también la responsabilidad de la existencia, instalación, funcionamiento y mantenimiento de dichos dispositivos”, siendo el Ministerio de Salud de la Provincia de Río Negro quien tendrá a su cargo la capacitación y entrenamiento de las personas interesadas en la manipulación del dispositivo DEA disponiendo de una amplia y periódica campaña de difusión y educación de la presente ley.

El legislador de la CC-ARI fundamentó que “las enfermedades cardiovasculares constituyen una de las primeras causas de muerte en el mundo, habiendo un gran porcentaje por muerte súbita cardíaca ya que ocurre cuando la actividad del corazón cesa en forma abrupta e inesperada, generada por un desorden del ritmo cardíaco llamado Fibrilación Ventricular (FV) que al evitar que se cumpla la acción de bombeo del corazón, impide que éste lleve sangre y oxígeno al resto del cuerpo”.

Este “caos cardíaco”, sólo puede ser revertido con el uso de equipos que generan una descarga eléctrica llamados desfibriladores, ya que ocurre tan rápido e imprevistamente el ataque que hace imposible la atención médica de la víctima. La enfermedad cardiovascular deja un saldo de aproximadamente 100.000 muertes anuales, según datos de la Fundación Cardiológica Argentina. Según la Fundación Interamericana del Corazón (FIC), también es causante de muerte en personas mayores de 40 años.

Cabe destacar que en nuestro país es preocupante que el 70 por ciento de estas muertes ocurren fuera de los hospitales y centros de salud, produciéndose en lugares públicos de concurrencia masiva de personas. Los profesionales y expertos en el tema manifiestan que los primeros minutos tras un paro cardiorespiratorio son vitales, esfumándose las probabilidades de llegar con vida a un centro de atención sino recibe atención inmediata y adecuada a través de las maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP) o de la desfibrilación automática externa por medio del DEA. El rápido inicio de maniobras de reanimación puede ser la diferencia entre la vida o la muerte de una persona.

Jorge Ocampos planteó la importancia del uso de estos DEA, señalando que “si desde el momento en que se produce el paro cardíaco han pasado 10 minutos, las posibilidades de sobrevivir se reducen casi a cero. Si este ritmo cardíaco (seriamente anormal) o arritmia, no fuera tratado con desfibrilación en el lapso de tiempo citado, se transformará en asistolia, lo que significa que el corazón ha muerto. Es casi imposible que una ambulancia llegue en un lapso tan corto y la atención de la víctima depende de quien esté más cerca. El sistema de emergencia tradicional a raíz de las limitaciones del tiempo resultan en la actualidad insuficientes para una atención rápida y eficaz”.

El Desfibrilador Externo Automático (DEA) es un aparato electrónico portátil, fácil de usar, que garantiza una reanimación rápida. Se utiliza en el paro cardiorespiratorio cuando el corazón tiene actividad eléctrica pero sin efectividad mecánica, o en una taquicardia ventricular sin pulso, en que hay actividad eléctrica pero el bombeo sanquíneo es ineficaz, restableciendo un ritmo cardíaco efectivo eléctrica y mecánicamente. La desfibrilación consiste en emitir un impulso de corriente continua al corazón, despolarizando simultáneamente todas las células miocárdicas, pudiendo retomar su ritmo eléctrico normal y otro eficaz.

El Desfibrilador Externo Automático, a diferencia de los desfibriladores manuales, pueden diagnosticar y monitorear si la persona afectada necesita o no de la descarga. El análisis del ritmo cardíaco toma unos pocos segundos y luego el equipo informa si el choque está o no indicado. El DEA es un mecanismo dotado de dos electrodos que se aplican directamente sobre el pecho por donde pasan corrientes eléctricas de especiales características que aplicado a la brevedad del paro permite con un alto grado de probabilidades restablecer el ritmo cardíaco normal perdido. Es sumamente importante el valor que tiene el tiempo que media entre el episodio del paro cardíaco y la asistencia de la persona que lo sufre. El daño cerebral será cada vez mayor si el ritmo cardíaco determinado por la Fibrilación Ventricular no es revertido inmediatamente.

Por último, el diputado provincial de la CC-ARI consignó “iniciativas similares han puesto en funcionamiento este tipo de sistemas en ciudades como Córdoba y Neuquén, siendo prioritariamente impulsadas desde espacios municipales. Esta medida prioriza la conservación y protección de “la vida”, y resulta imprescindible establecerlo en todo el territorio de la provincia como política de prevención de salud”.