Mercado comunitario: 800 familias participan de las redes de consumo asociativas

verdurasBariloche.- La reciente puesta en marcha del Mercado Comunitario Municipal ha fortalecido el sistema de despensas comunitarias, que están funcionando como puntos de distribución de mercadería y alimentos a precio justo. Ya son alrededor de 800 las familias que participan de grupos de compra y cooperativas de consumo, que se suman a los vecinos y vecinas que se acercan al Mercado, donde este fin de semana se vendieron otras 20 toneladas de alimentos de cooperativas de productores y emprendedores.

Desde un principio, el Mercado Comunitario Municipal se concibió desde una idea de descentralización. Sebastián Terrero, Subsecretario de Desarrollo Local y Economía Social, sostiene que la experiencia es inédita en Bariloche: “Viene funcionando con nodos de distribución barrial, con organizaciones que son las que se encargan de hacer llegar a los diferentes vecinos los productos que vamos comprando a los productores. Eso me parece que es algo importante porque el mercado no arranca con un espacio físico específico, sino que arranca con un proceso de organización”.

La despensa comunitaria Suyai, por ejemplo, nuclea a 60 familias que se organizaron en principio para la compra, distribución y venta de productos de primera necesidad y alimentos no perecederos. Ahora, con las primeras compras de productos frescos desde el Municipio y la llegada del Mercado Comunitario Municipal, han comenzado a vender también las frutas y verduras que llegan desde otras zonas del país. “La diferencia entre ir al supermercado y venir a la despensa se nota, por eso la mayoría de la gente trata de venir acá”, expresa Rosa Inalef, una de las integrantes del grupo.

Mirta Nahuelhual es parte del grupo de compra “Abriendo Esperanza”, que funciona en Bariloche hace ya cuatro años, y desde hace casi dos años participa de la compra y posterior distribución de frutas y verduras que llegan desde otros lugares de la provincia y el país. “De a poquito nos estamos animando a ofrecerle a más gente —cuenta—, porque al principio era pedir sólo para un grupito de personas por miedo a no poder venderlas. Ahora se sumaron 10 familias más. Entonces a la gente le conviene muchísimo, y hay muchas cosas que por ahí en la verdulería no las podés comprar, y con esto sí, con esto llegás. Y la calidad de los productos es muy buena”.

Al respecto, la intendenta María Eugenia Martini, subrayó la importancia de este espacio para facilitar el acceso de determinados alimentos esenciales a numerosas familias de bajos recursos que, de otra forma, no pueden incluirlos en su dieta. También se expresó esperanzada en que el mercado comunitario y sus redes de comercialización a bajo costo a través de las despensas comunitarias, “puedan incidir en los precios de la ciudad”.

La puesta en funcionamiento del Mercado Comunitario Municipal comenzó a dar visibilidad a las organizaciones que participan de las redes de consumo asociativo. Así, el Mercado —desde sus comienzos, pasando por su sede actual de calle Santa Cruz al 1120, y eventualmente en la sede final, que se construirá en el este de la ciudad—, funciona como un centro de distribución de mercadería y alimentos, en un sistema que conecta a los barrios con el centro a través de diversas bocas de venta. No se trata entonces de un mercado central, sino de un espacio de comercialización a precio justo que se multiplica.

Estas redes de consumo están compuestas por diversos espacios, como la Despensa Comunitaria Suyai, la Cooperativa Charcao y los grupos de compra “Las Leonas” y “Abriendo Esperanza”, entre muchas otras organizaciones populares y comunitarias.

“Las organizaciones de consumo deben ser las verdaderas dueñas del Mercado, porque esta es una estrategia que inicia el Estado, pero tiene que ser para todos”, sostiene Fernando Del Campo, Secretario de Desarrollo Económico municipal. Y agrega: “Nos planteamos principalmente el trabajo con la generación de empleo, la generación de puestos de trabajo para la gente de Bariloche, y también le agregamos una línea que nosotros llamamos de “ingreso indirecto”, esto quiere decir cómo hacemos rendir mejor el mango que tenemos en el bolsillo. Para eso empezamos a trabajar mucho más en toda esta línea de favorecer al consumo local, y sobre todo de los sectores populares, los sectores que menos capacidad de ingreso tienen”.