Defensa de los bienes comunes

El respeto hacia los demás es un anhelo que debiera instrumentarse por sí entre los ciudadanos de cualquier parte del mundo. Ver al otro en lo que hacemos a diario, imaginarnos una clara armonía de convivencia con el medio y entre nosotros, definir los proyectos pensando en el conjunto antes que en los intereses particulares, son quizás sólo algunas de las metas que cualquier habitante debiera plantearse con una concreta conciencia de humanidad.

Hoy los ciudadanos de Dina Huapi nos encontramos lamentablemente en la lucha por la defensa de los principios básicos mencionados arriba. Y provoca sorpresa, dudas y desconcierto la intención de crear una disyuntiva entre las posibilidades de los habitantes, sin que eso sea real.

Hoy estamos sumamente expectantes de la decisión de los gobernantes. En un sistema democrático imaginábamos que ellos serían nuestros voceros y nuestros representantes, aquellos en quienes podríamos confiar la decisión de nuestro presente y nuestro futuro, los que auténtica y desinteresadamente defenderían el patrimonio y el bienestar de la comunidad, los que supieran interpretar con claridad y llevar adelante la gestión del sitio donde queremos VIVIR.

La Costanera de Dina Huapi y su playa pública urbana es de TODOS, parte de los BIENES COMUNES, por la cual TENEMOS la obligación de velar, para nosotros y para los que vendrán. Comprender que ese ambiente es un tesoro, un atractivo cada vez más escaso en un contexto regional en el que la apropiación de las costas es la regla, y que constituye una riqueza creciente y un BIEN COMUN que incluye entre otros valores: tranquilidad, paisaje, entorno natural, espacio de sosiego para los vecinos, recreación y salud, nos guía a alertar sobre el riesgo de que ese BIEN COMUN se vea limitado o quizás hasta nos veremos privados del mismo, como ya ha pasado con otros espacios públicos e
n la región (costas alambradas, lagos dentro de propiedades, cancha de rugby).

En este momento en particular, el tema adquiere relevancia y merece la atención de TODOS para visualizar claramente ese bien con que la comunidad cuenta y que, bajo ningún aspecto, motivo o interés parcial, deberíamos correr el riesgo de perder. Ningún derecho individual puede socavar a otro, y el equilibrio entre los mismos debe estar garantizado por nuestras instituciones. Nos preocupa que discusiones acotadas absorben no sólo el tiempo de nuestros representantes, sino que se desatiendan los derechos de TODOS los ciudadanos que efectivamente debieran tener vigencia sobre el mismo BIEN COMUN: el espacio público urbano de la COSTANERA DE DINA HUAPI.

La realidad se construye día a día y el vecindario, la ciudad, el ambiente y el mundo que queremos se sueña y defiende con la voluntad de cada uno. Dependerá entonces de los vecinos el tipo de lugar que queremos, deseamos y nos imaginamos disfrutar hoy y en el futuro.

Horacio Grodsinsky DNI 13.124.260, Marisa Malvestitti DNI 16.287.931, Raúl Brouckaert DNI 10.144.086, Silvia Urtubey DNI 13.695.980, Raúl Spoturno DNI 10.800.727, Vicente Fernández DNI 7.747.695, Helga Plautz DNI 92.008.439, Nelson Freschi DNI 4.401.650, Laura Ruffini DNI 13.714.438, Jorge Vienni DNI 7.801.165, Mirta Lidia Pastrello DNI 11.644.535, Gabriela Angaut DNI 16.392.333, Francisco E. López DNI 13.953.376.