Un juego payanesco … ● Matías Chironi

Está claro, por lo menos hasta el momento, que la mayor parte de los actores sociales (no sólo los políticos) hemos entretenido a los rionegrinos con un aburridísimo juego de payana. No menosprecio de ninguna manera el juego en sí, sino a sus participantes y sus estrategias.

Las cinco piedritas vendrían a ser los ejes de la discusión actual: la propuesta económico-fiscal, el medio ambiente y el uso del agua, la producción y las reservas hidrocarburiferas, la necesidad de diversificar la matriz productiva, y los efectos de la actividad sobre el entramado social.

Los participantes del juego: las empresas, las organizaciones no gubernamentales, los partidos políticos y sus dirigentes, los gobiernos y sus funcionarios, los sindicatos, los trabajadores. Cada cual ha atendido su juego y ha empezado con su piedrita favorita…

Algunos la revolean para cualquier lado, otros la esconden, se pelean por agarrar la piedrita más maleable, varios intentan modificar las reglas de juego o el escenario, muchos se hacen los sotas, la mayoría no pasa de “la del uno”. El desenlace es el que estamos viviendo, el juego se hace tedioso e inútil, no entretiene siquiera a los jugadores y es más aburrido que jugar al truco sólo.

Por ello algunos le agregan pimienta y expresan cualquier posibilidad. Se anuncian posibles terremotos, bellos barriletes, apocalipsis varios. Ni hablar de los zigzagueantes giros ideológicos y prácticos que dejan desorbitado hasta el más avezado de los jugadores.

En este punto, debemos reconocer que si bien la responsabilidad por esta anarquía lúdica es de todos, la sinceridad nos permitiría acordar en que el gobierno provincial se lleva una porción importante.

En síntesis, estamos perdiendo la oportunidad histórica de recuperar el rol rector del Estado provincial, máxima instancia de articulación social, gran concertador de intereses divergentes.

La coyuntura, por más apremiante que sea, no debería impedirnos idear y construir el andamiaje para una respuesta integral, integradora, estratégica, flexible y, por sobre todas las cosas, promotora del desarrollo humano en todo sentido.

¿Se puede?…claro que si, solo es cuestión de convocar, debatir, abrir las mentes, ser creativos, respetuosos, y, finalmente, tener la certera convicción de que es posible cambiar los paradigmas, reconstruyéndolos para que den respuestas concretas a las demandas sociales.

matiaschironi@hotmail.com