Los legisladores que estén de acuerdo, sírvanse así indicarlo… ● Ana Piccinini

Es casi una rutina. El presidente nos solicita de esta forma que nos expresemos por las licencias solicitadas y los argumentos esgrimidos por los presidentes de cada bloque para justificarlas. Es casi una rutina que levantemos la mano, en sentido afirmativo, aceptando y legitimando, de alguna manera, la falta.

En honor a la verdad los legisladores provinciales no somos faltadores. En general hay escasas ausencias a las Sesiones de la Cámara. También debo ser honesta al reconocer que ha habido algunas sesiones especiales, donde se trataron leyes como el Presupuesto de la Provincia, donde ciertas ausencias hicieron mucho ruido.

A veces no es necesario votar a favor de un proyecto del Poder Ejecutivo o de interés vital para dicho Poder. Con no asistir al recinto estamos facilitando que las mayorías beneficien al oficialismo, sin necesidad de pagar un alto costo político alzando la mano por algo que se opone a los” principios partidarios” o a” las promesas de campaña”.
Un tema legislativo excluyente por estos últimos días es la autorización por parte de la Legislatura Provincial, para que el Poder Ejecutivo firme un contrato de Renegociación, con la empresa Petrobras Argentina S.A. para la explotación de tres Áreas de Hidrocarburos.

Lo que suscribió el Poder Ejecutivo y que se encuentra en estudio es un preacuerdo, sin efectos jurídicos. El único poder con la competencia para contratar o vender hidrocarburos es la Legislatura, art.79 de la Constitución Provincial. Si la misma delegara esta facultad Constitucional incurriría en la penalidad de traidor a la patria como establece el art.29 de la Constitución Nacional.
No me voy a referir aquí al Decreto que firmó el Gobernador, aprobando este preacuerdo con la petrolera, ni al proyecto de Ley que envió luego a la Legislatura, porque por la gravedad institucional de los dos eventos merecería una editorial aparte.

Tampoco me voy a explayar sobre la contraparte en este acuerdo como lo relativo a las clausulas plasmadas en él. No profundizaré sobre la actitud incumplidora de la empresa y su desfachatez para invocar derechos que no tiene con el solo objetivo de esconder su fragilidad ante cualquier planteo serio de la Provincia.

Esta empresa estaría descartada de las que aspiran a las prórrogas de sus contratos. Ha quedado demostrado que la abarca el art.35 de la Ley 17.319. La concesionaria no es merecedora de la prorroga que estamos analizando, faltando años todavía para que venza su contrato.Por estos días entonces se está hablando de mucha urgencia del Poder Ejecutivo para concretar definitivamente este acuerdo.

De hecho la cara del Jefe del Oficialismo Albertista, días atrás en la Comisión de Origen cuando el dictamen mayoritario se alejaba minuto a minuto de sus sueños, era realmente una dramática exposición del desencaje que no se puede disimular.

La falta de diálogo, el apresuramiento, los aprietes mediáticos y las posiciones extremas y fatalistas no ayudan a tomar la decisión más conveniente para la explotación de este rico recurso.

Y da lugar a todo tipo de comentarios y sospechas.
Se está hablando de retornos a pagar a ciertos Legisladores para que llegado el Acuerdo al recinto, falten a la Sesión a fin de beneficiar a la Mayoría conducida por Pesatti.
Se está hablando de que el Poder Ejecutivo habría cobrado ya parte del anticipo comprometido por la Empresa, por eso su desesperación.

Que los legisladores que colaboren con la mayoría necesaria para votar afirmativamente el Acuerdo tal como está, recibirían una suma cercana a los 100.000 dólares.
Recuerdo, en este momento las palabras del César Romano cuando tomó la decisión de separar a su mujer de su lado y alejarla del Imperio. Él le dijo que la amaba, que confiaba en ella y en sus palabras de descargo. Pero también le dijo que ella debió haber sido más cuidadosa y no permitir que aquel joven entrara aún disfrazado, a la fiesta. Ella no debió haber permitido que cayera sobre su fidelidad e integridad un manto de sospecha. Ella además de ser debió parecer, porque era la mujer del César.

Los comentarios son eso, comentarios. No creo en ellos porque ninguno ha sido debidamente fundado. Pero es necesario que los Legisladores pongamos todos los recaudos para contrarrestar con nuestro accionar cualquier sospecha sobre nuestra conducta el día que se trate este Pre-Acuerdo en el recinto.

En principio debemos estar todos presentes, cada cual con su postura fundada apoyando, modificando o en su caso rechazando la prorroga y sus condiciones.

Debemos, como dijo el Cesar, además de ser parecer y no permitir que nadie dude que las posturas que llevemos al recinto sean por convicción. Nadie nos puede obligar a votar lo que no queremos votar, pero ante todo y a eso sí estamos obligados, cada uno debe estar sentado en su banca, porque es una sesión donde la rutina seguramente va a cambiar.

Legisladora Ana Piccinini
Bloque Acción y Transparencia