“Haz el mal, sin importar a quien” ● Armando Gentili

“Otra vez denuncian a Gentili por malversación de fondos del FER”. Este fue uno de los varios títulos periodísticos que tuve que soportar por mi gestión al frente de la Subsecretaría de Cultura de Río Negro, que finalizó el 10 de diciembre de 2011. Soy odontólogo, especialista en cirugía máxilofacial. Recorrí el país y el mundo participando de decenas de congresos, seminarios y especializaciones profesionales que permitieron darme un sitio dentro de este espacio.

No vivo de la política, ni necesito de ella. No ingresé a la actividad pública por ello, sino por una personal inquietud que me llevó a actuar en distintas maneras en organizaciones de la comunidad. Fundador de la Fiesta Nacional de la Pera, la conduje hasta la séptima edición y participé activamente para el asentamiento de la carrera de Odontología en Allen. Fui presidente de Unión Alem Progresista. Fui presidente del Concejo Deliberante de Allen. Activo partícipe en actividades deportivas, creando la Peña de San Lorenzo de Almagro, dirigiéndola durante doce años, lo que me significó ingresar como directivo a nivel nacional en San Lorenzo de Almagro e invitado a participar por parte de Matías Lammens y Marcelo Tinelli.

Por mi acercamiento a la Cultura, soy artista plástico, dirijo una Galería de Arte y mi experiencia en la Fiesta de la Pera, me propusieron para estar a cargo de Cultura de Río Negro, algo que acepté. Durante cuatro años dediqué el mayor de los esfuerzos para posicionar a la provincia y a sus promotores culturales en el lugar de merecían.

Participé de muchas reuniones del Consejo Nacional de Cultura en representación de Río Negro y ejercí la vicepresidencia del mismo. Fui representante en el INCAA elegido por la región patagónica durante los cuatro años de mi gestión. Muchos responsables de áreas de otras provincias veían en Río Negro un ejemplo a seguir. Analizamos y solicitamos al Gobierno Nacional la jerarquización del área de Cultura llevándola al nivel de un Ministerio, algo que se produjo recientemente. A nivel nacional, jerarquizaron como Ministerio a la Cultura, en Río Negro, en cambio, la degradaron pasándola a formar parte de Turismo.

Fueron tiempos difíciles en lo económico, pero, no obstante ello, logramos realizar una tarea inédita para la Cultura provincial. Atendimos a todas las actividades y en todo el territorio provincial, a pesar de un presupuesto muy acotado. Aplicamos un criterio de equilibrio entre las distintas áreas y por ello, autorizados por la legislación vigente, distribuimos los ingresos que había del modo en que todas las actividades culturales puedan seguir desarrollándose.

Algunos malintencionados hicieron denuncias con el fin de, livianamente, ensuciar a un funcionario orgulloso de lo que hacía, en forma artera e irresponsable, a través de lo que erróneamente consideraban una presunta comisión del delito de malversación de fondos públicos en detrimento del Fondo Editorial Rionegrino. La presentación llegó a ser realizada en la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía de Investigaciones Administrativas.

Una de las denuncias fue por la reasignación de fondos destinados específicamente por Ley a las Bibliotecas Populares de la Provincia, “desviando su destino hacia áreas alejadas de su fin, circunstancia que considero acreditada de manera fehaciente a partir de la ejecución de las partidas correspondientes al año 2009 y que continuaron en el año 2010.”, fue lo que expresaba la denuncia. También decían que: “habría dispuesto discrecionalmente de más de un millón de pesos de la cuenta especial del organismo, sin cumplir con las finalidades establecidas por la ley de creación de la editorial provincial”.

Sin duda, la entonces Defensora del Pueblo Ana Piccinini, actual legisladora provincial se ensañó con nuestra gestión y con mi persona actuando en forma irresponsable, sin tener demasiado en cuenta que todo lo objetado podría haber estado respaldado por normas que permitían, en situaciones de necesidad, utilizar fondos de un destino hacia otro, cumpliendo todos los pasos administrativos necesarios. El tiempo demostró que habían elegido en sus vidas hacer el mal, antes que el bien.

Ensuciar a una persona parece ser fácil amparándose en la figura de la defensa de los derechos, pero sin tener en cuenta los de la persona denunciada, en lo mínimo, que es hacer todo lo necesario para limpiar lo que intentaron manchar.

Toda la pirotecnia de estas infundadas denuncias tuvo una importante repercusión en distintos medios de comunicación, que no fue de igual tratamiento cuando la Justicia me sobreselló en forma total en ambas causas.

Esto significó que, irresponsablemente, algunas personas sigan expresando algo totalmente infundado sobre mi persona, como lo hace todavía el actual titular del Fondo Editorial Rionegrino.

En junio de 2014, el Juzgado de Instrucción Nº 4 de General Roca, Causa S-11-0732 caratulada como Gentili Armando sobre malversación de caudales públicos e incumplimiento de los deberes de funcionario público, resolvió dictar el SOBRESEIMENTO TOTAL de Armando Gentili en orden al hecho que se le endilgaba.

En la otra causa, el 22 de octubre de 2013 el Juzgado de Instrucción VI de Viedma a cargo del doctor Favio Igoldi en la causa E-2R0-425 P2013 resolvió el SOBRESEIMIENTO de Armando Gentili en orden al hecho imputado, señalando que la formación del presente proceso no afecta su buen nombre y honor.

Mi gestión al frente de Cultura de la Provincia, a pesar de estos desagradables personajes, me llena de orgullo. Mucho más aún si las comparamos con las que siguieron, que sólo se dedicaron a destruir lo mucho que había en marcha.

Sólo pasaron el tiempo criticando y, lamentablemente, sólo significan un retroceso y pérdida de tiempo, como es la constante en el país en general, donde siempre hay que VOLVER A EMPEZAR.

Hoy Cultura es un Ministerio a nivel nacional, algo por lo que muchísimos bregamos durante años. Lograr el reconocimiento de actividades que dignifican al ser humano, lo revalorizan y hacen crecer, lo alejan de prácticas negativas y, en definitiva, lo ayudan a ser feliz. Veo que en nuestra provincia, hoy, estamos muy lejos de que comprendan lo que todo esto significa.

Armando Gentille