Clarín: En el Catedral ahora cobran $350 para estar en la nieve

Bariloche.- Jugar con nieve tiene hoy un alto precio en Bariloche. A partir de esta temporada, la empresa que administra el Cerro Catedral comenzó a cobrar el ingreso a una de sus zonas más populares y gratuitas: la pista “Culipatín”, bautizada Play Park. Aquí los esquiadores dan sus primeros pasos y los chicos juegan por primera vez con nieve. Y desde ahora hay que pagar un pase diario de 350 pesos.

Ahora, el Catedral ya no ofrece otras posibilidades de tomar contacto con la nieve que no sean pagas. A lo largo de su historia, que inicia en 1936, conservó dos sectores gratuitos: el “Culipatin” y la Plaza Catalina Reinal. Pero el año pasado, en el marco del contrato concesión que firmaron el municipio y la empresa Catedral Alta Patagonia, se decidió que ésta iba a invertir en la pista de novatos para así poder cobrar un “peaje”. La inversión consiste en tres cañones que fabrican nieve artificial, tres magic carpets y juegos.

Como contrapartida se comprometió a hacer nieve también en la plaza, un espacio limitado que debido a la gran cantidad de esquiadores ve convertida su superficie en hielo. En cambio “Culipatin” tiene un acceso directo a las faldas del cerro que es un refugio para la nieve natural. Ayer, una madre pagó 350 pesos sólo para que su hijo conociera la nieve, mientras ella lo espiaba desde el cordón de seguridad. Toda la tarde se escucharon fuertes reclamos de barilochenses y turistas. En el sitio Bariloche2000.com se formó un foro donde los vecinos se quejan por el cobro. “Hace unos años empezaron a cobrar el estacionamiento, después lo del corralito en la base con el pase “principiante”… para el 2015 que más van a cobrar?”, dice Rocío Vega, una comentarista.

“Hace 25 años que vivo acá y hace 15 que vengo con mis hijas, ayer quise entrar y me quisieron cobrar, le expliqué al guardia que ellos son concesionarios de los medios de elevación, no del cerro, y me metí saltando el cerco”, le contó a Clarín Carlos, fotógrafo y padre de dos adolescentes. “Nunca vimos nieve. Nos dicen que hay que pagar un pase de 350 pesos por persona”, se quejó Cyntia, que vino desde Lanús con su marido y su hija de 2 años. “Es un cerro de todos pero lo transformaron en un club”, se sumó Marcelo.

El concesionario esgrime sus razones. “El Play Park es parte de un proyecto más amplio en el que estamos invirtiendo mucho dinero. Hacer nieve cuesta millones. Tenemos la obligación de cuidar la inversión”, aseguró Paula Gómez, directora de prensa de Catedral Alta Patagonia.

Uno de los artículos del pliego indica que la empresa puede tarifar cualquier área del cerro si realiza una inversión en ella. “Uno entiende que a la gente le gustaría usar la pista boba pero a cambio hoy tiene una plaza con nieve, se ha hecho una inversión altísima en los medios de elevación, software y estructura”, señala Diego Puente, titular del Ente municipal.

La temporada no arrancó bien en el Catedral. El sábado se produjo el descarrilamiento de la aerosilla Militares, la misma que el año pasado había descarrilado dos veces dejando heridos y fracturados. Ayer, los inspectores ya dieron su aprobación para que la silla vuelva a funcionar. Una fuerte ráfaga de viento hizo saltar el sistema de seguridad obligando a 180 personas a permanecer colgadas durante una hora y media.

En 2013, después del primer descarrilamiento, la empresa convocó a un grupo de profesionales para establecer qué inversiones eran necesarias en materia de seguridad. Los especialistas indicaron que Catedral debería tener su propia estación meteorológica. Pero no fue la empresa la que invirtió sino el Ente que en marzo inauguró “Catedral 2000”.

Uno de los convocados para realizar este informe le aseguró ayer a Clarín que, según le dijeron a la empresa, sería imprescindible chequear y renovar buena parte de la línea de transporte y cumplir con el protocolo de seguridad a ultranza. Algo que, se sospecha, no se cumple. “Por un lado el Ente municipal presiona al cerro para que las pistas estén abiertas, no quiere turistas descontentos. El cerro a su vez abre por una cuestión comercial y los turistas, sabiendo de los riesgos, se suben a las sillas accidentadas”, indicó.

Claudio Andrade
Clarín