Aseguran que senadores prohibieron a Boudou presidir el Senado

pichettoCapital Federal.- Los senadores del oficialismo y la oposición le dieron a Amado Boudou un golpe durísimo cuando ayer lo obligaron a bajarse de la sesión, para poder aprobar por unanimidad la ley que pide Cristina Kirchner para darle inmunidad a los bancos centrales extranjeros, según publicó La Política OnLine.

Boudou llegó temprano al palacio con la idea de presidir su primera sesión desde que fue procesado por la quiebra de la ex Ciccone Calcográfica.

Voceros del vicepresidente le habían dicho el martes a LPO que si nada le impedía hacerlo estaría dispuesto a sentarse en el estardo principal,

La situación no iba a ser fácil: la UCR había anticipado que le pediría en la cara que se tomara licencia y el FAP que se retiraría del recinto ni bien el vicepresidente se sentara en el estrado.

En ese escenario, Miguel Pichetto le pidió al vicepresidente que permitiera que la sesión la presidiera Gerardo Zamora para evitar complicaciones.

El jefe del bloque tenía un problema mayor: muchos de sus senadores no habían llegado a la sesión por presuntas cancelaciones o demoras en los vuelos.

La excusa más repetida en los pasillos fue que muchos aviones habían cancelado para sumarse a la flota que irá a Río de Janeiro. Pero a nadie escapó que los senadores oficialistas ya han dicho por lo bajo que no soportarán defender a Boudou en el recinto.

De hecho, cuando la oposición lo atacó el vice sólo fue protegido por Rodolfo Urtubey y muy tibiamente por Pichetto, que trabaja para la candidatura presidencial de Daniel Scioli.

Lo cierto es que el Gobierno supo sortear dificultades logísticas en muchas ocasiones, con vuelos privados o taxis, como cuando aprobó el primer ascenso de César Milani, en diciembre de 2010.

Como el último dictamen del proyecto fue al mediodía, en la Comisión de Economía, Pichetto necesitaba de los dos tercios para ponerlo en tratamiento.

Como siempre hace en estos casos, Pichetto habría estado en contacto con la Quinta de Olivos para tratar de resolver la cuestión y ahí habrían decidido no arriesgar con Boudou.

En el Senado hablan de una tenso diálogo entre Boudou y el rionegrino, en el que el vicepresidente se negaba de cualquier forma a no presidir la sesión.

La UCR habría intercedido pero no habría logrado convencerlo. En una circunstancia así, sólo la presidenta podría resolver el entuerto. Hablan de un diálogo final de Jorge Capitanich con el vice, a encargo de la jefa de Estado.

La sesión estaba prevista para las 12 pero se pasó a las 14 y media hora más tarde apareció Zamora y abrió la sesión.

A Cristina le interesaba a sobremanera esta norma como mensaje a los presidentes de Rusia (Vladimir Putin) y China (Xi Jinping), que visitarán la semana próxima el país.

La presidenta quiere convencerlos de desembolsar varios miles de millones de dólares para las represas en Santa Cruz y las obras en el Belgrano Cargas y engrosar las alicaidas reservas del Banco Central.

El vicepresidente se enteró que tendría que volver a su casa por boca del jefe de Bloque, ya que por tratarse de una sesión especial no hubo reunión de labor parlamentaria, que es el encuentro que el propio presidente del Senado encabeza para definir los temas de la sesión.

Sin embargo, nunca quedó claro si la oposición le iba a bloquear el tratamiento o simplemente quería enrostrarle al vice su situación procesal.

«Nosotros nos vamos a levantar y vamos a volver a la hora de votar porque es una ley importante», había adelantado el socialista Rubén Giustiniani. Tal vez el problema también estaba en el bloque oficialista, donde nadie quiere defender a Boudou.