Una política petrolera provincial ● Miguel Ciliberto

Sostenemos como plataforma de nuestra Corriente Peronista Renovadora, que los andariveles principales por los que avanzará el desarrollo provincial son: La Educación de nuestro Capital Humano, los Agroalimentos y la Agroindustria, el Turismo y la Minería y los Hidrocarburos.

En este sentido, es deber de los gobiernos establecer políticas de Estado, esto es buscando la más amplia participación y consenso de las fuerzas políticas de la provincia, que andando en el tiempo se mantengan, den estabilidad y continuidad, ya que los procesos de largo aliento como la Educación, no son cuestión de bomberos sino de pacientes constructores.

En los tiempos que corren muchas miradas se vuelcan hacia la cuestión petrolera. Una que atiende a la inmediatez de la renovación de un contrato vencido, pero que promete 100 millones de dólares que bien valen varias misas. La otra, de largo plazo, que atiende a la Ley de hidrocarburos que el gobierno nacional dice es necesario sancionar.

Efectivamente, hace falta una normativa que regule y concilie la relación entre el propietario del recurso (el Estado Provincial, según el Art. 124 de la Constitución Nacional), con la necesidad de una política nacional de hidrocarburos que, alentando la inversión logre el autoabastecimiento o al menos reducir paulatinamente la brecha que hoy significa importar gas y petróleo por valor de 12/13 mil millones de dólares al año.

Cuando decimos aliente la inversión, estamos hablando de la tercera pata del esquema: las empresas extranjeras que invierten en la explotación hidrocarburífera mundial. Porqué necesitamos esta pata?, porque aun teniendo mayoría accionaria en YPF, ni esta ni el Estado nacional tienen los recursos financieros necesarios para poner a funcionar al sector. Dura realidad que ya vivieron el Gral. Perón y Arturo Frondizi en sus tiempos.

Entonces el modelo posible es: Las Provincias, dueñas del gas y el petróleo. Las empresas aportando los recursos financieros y la operación y el Estado Nacional fijando la Política, o sea impuestos, marco de expatriación de utilidades, valor boca de pozo, etc.etc.

Por qué razón entonces las provincias le van a ceder a la Nación el manejo de la Renta Petrolera, quedándose solamente con las regalías?.

En nuestra historia de cien años de materia petrolera, hemos ido a los saltos entre extremos, o dicho de otra manera, hemos tenido una política errática en función de los intereses prevalentes en cada etapa. Pasamos del nacionalismo a la seducción del capital externo. Del estatismo a la privatización y del federalismo al centralismo porteño, sin que en el Congreso de la Nación se les mueva un pelo a la mayoría de nuestros representantes. Ellos…levantan la mano.

Insistimos con la necesidad de un marco normativo, porque nadie va a venir a poner 10 mil millones de dólares por año, sino sabe mínimamente quién es el dueño, quién el socio, que impuestos se les va a cobrar o cuando va a poder sacar ganancias.

Ahora bien, esto es una definición política, una ley de hidrocarburos, que debe contener la forma de organización de la industria; los actores participantes (empresas, estados provinciales y estado nacional); las formas contractuales y la forma de distribución y apropiación. Si va a haber retenciones a las exportaciones o no. Si va a haber impuestos a la importación de materiales y maquinarias para la explotación, etc.etc. Como así también la cuestión Ambiental que garantice una explotación racional y responsable para con las generaciones futuras.

Otro elemento que no debe faltar en la ley es la creación de un fondo compensatorio o intergeneracional, que capitalice parte de la renta que apropian los estados, estableciendo su destino en la inversión, evitando se malgaste en gastos corrientes.

De manera que aceptar que el gobierno nacional haga con la renta petrolera lo mismo que hace con la Coparticipación Federal de Impuestos no solo sería innecesario, sino también inaceptable. Por lo pronto, por el decreto 1277 de Nación se arroga facultades de concesión de áreas, pasando por encima de la voluntad de las provincias.

Estas definiciones se jugaran en el Congreso de la Nación. Allí los representantes de los estados provinciales y del pueblo de las provincias deberán defender nuestros intereses. Que quede claro, la renta petrolera corresponde a los dueños de los yacimientos. Esto es, los estados provinciales. En este sentido al gobierno rionegrino le vendría bien reunirse y tomar experiencia del gobierno Neuquino, que en materia de Petróleo tiene una trayectoria y un aprendizaje que nos puede ahorrar disgustos.

De esto surge la necesidad de que los estados productores: Neuquén, Mendoza, Chubut, Río Negro, etc. se reúnan a la brevedad, para fijar posición unificada a diputados y senadores. No sea cosa que las “necesidades presupuestarias” que atan mes a mes a algunos gobernadores comprometan el futuro de las provincias. Que dicho sea de paso, no es como dijo el Secretario Parrilli “las provincias sin la Nación, no existen”. Es exactamente al revés Sr. Secretario, las provincias son pre-existentes a la Nación y le dan origen, existencia y razón.

Miguel Ciliberto. Carlos Reussi .-Corriente Peronista Renovadora