Homenaje a Victor Heredia – Memorias de un viejo

Contado por Julio – mi padre – en esas charlas inolvidables de su juventud, me decía:

Tras el fracaso de Malvinas, la Dictadura militar estaba en plena retirada y ya se había anunciado una salida electoral a producirse en Octubre de ese mismo año. A pesar del desastre en Malvinas y el dolor y bronca por el sacrificio de tantos jóvenes, desde el final de esa confrontación, a fines del año 1982 ya se respiraba un espíritu de liberación, especialmente de la nueva generación, que había de expresarse con una clara identificación en los intérpretes de la música popular, especialmente de aquellos que habían sido perseguidos por el gobierno militar por el tenor de sus canciones que hacían clara alusión a esa época de terror.

La revista Humor comenzó a promover recitales que se hacían en el estadio de Obras Sanitarias de Buenos Aires denominados «Encuentros de Música Popular Argentina».

En enero de 1983, en la ciudad de La Plata un grupo de amigos comenzamos a tratar de organizar un festival similar a los de la Revista y pensamos en el Estadio cubierto del club Atenas. Así fue: contamos con la presencia de Victor Heredia; Los Trovadores; Antonio Tarragos Ross; Ruben Rada; Rodolfo Mederos y con la conducción de Miguel Angel Merellano, luego fallecido en un accidente de aviación, junto al presidente de YPF en el Gobierno de Alfonsín.

Hoy sería impensable juntarlos a todos ellos, pero en esa época, tras la prohibición enmarcada en la dictadura, se mostraban al público, más por las ganas de expresarse que por el dinero que podían ganar; como nos dijo esa noche Antonio Tarrago Ross y a pesar de la evidente necesidad de alguno de ellos, como Victor Heredia que llegó al lugar en un auto destartalado (un Peugeot 404) y vestido muy sobriamente. Fue una jornada inolvidable. El estadio repleto, una multitud enfervorizada, un recital emocionante para los artistas y para nosotros, todos, pero particularmente por lo brindado por Victor, Los Trovadores y Tarrago Ross que manejaron el espectáculo con su gran talento y un carisma que contagió a la gente que coreó las canciones y bailó en las gradas sin cansancio.

En fin, ese recital nos marcó a muchos. Después de tanta muerte y horror, que en el caso de Victor fue muy cercano por ese 17 de junio de 1976, que un comando del Ejército llegó a la localidad bonaerense de Paso del Rey, entró a la casa donde vivía María Cristina, la hermana de Víctor y la secuestró, junto a su pareja, ante la mirada de la hija de ambos, una niña de dos años.

Lo que nos pasó en ese recital fue un canto a la vida y un ejemplo de dignidad con los artistas de esa noche. Por eso y por todos estos años de canción y resistencia: Gracias Victor, estaremos esperando canciones como “todavía cantamos” “sobreviviendo” “marcas” “si tengo mi libertad” “el viejo Matías” y todos tus éxitos presentes y pasados. Bienvenido a la Fiesta de la soberanía Patagónica!

Daniel Morant

DNI 26.206.759

Viedma – Rio Negro