Plan W ● Claudia Beltramino

Será posible que en un encuentro del gobernador Weretilneck con intendentes, en la despreciada residencia de los gobernadores, ocurriera una escena así:

Intendente de Conesa, Alejandra Más: “Alberto, la gente está muy molesta con el tema de los megasueldos”

Gobernador Alberto Weretilneck: “Perdoname Ale, ¿de qué megasueldos me hablás?”

A.M, pone cara de docente sorprendida en su inocencia y mientras se estira en su silla, replica: “De los megasueldos de los funcionarios. Ya van tres personas con las que converso y me dicen que son un exceso”

A.W, confundido frente a un tema que les es por completo ajeno: “Me sorprende lo que me decís Alejandra. Nadie me había comentado nada. Además, son los parámetros de Carlos (Soria)”

(En la escena, el resto de los intendentes presentes, hace gestos de aprobación cada vez que Alejandra Mas le revela una verdad escondida al Gobernador, y, cuando es el turno de Alberto Weretilneck, algunos extravían la mirada en gesto de arrobo mientras otros se limpian la baba que pierden por la comisura de sus labios)

A.M. erguida en su silla como si estuviera explicándole a alumnos de 4º año “B” que el sexo sin precauciones puede provocar enfermedades y/o embarazos: “Alberto, en Conesa me reclaman trabajo para el marido, para la hija, para el sobrino y cuando digo que voy a ver si puedo hacer algo, enseguida me dicen que no saben para que nos votaron si ahora es peor por que están los megasueldos”

A.W: “No me imaginé que podía estar pasando esto. Pensé que los rionegrinos habían entendido que el desastre que hicieron los radicales durante 28 años solo lo íbamos a poder reparar con gente muy preparada a la que obviamente hay que pagarle muy bien. Me dejás duro con lo que me decís”

(El resto de los intendentes que acaban de compartir una escena del talante de la jura de la declaración de Independencia, cuchichea, sonríe, subrayan el valor de la compañera Más pero sobre todo, tienen el pecho henchido de orgullos peronista con este gobernador bondadoso que con generosidad recibió la crítica y se comprometió a tomar medidas. El plano se abre y vuelve a cerrarse para enfocar a Weretilneck sonriendo. Fin de la secuencia)

· Dice Rodolfo Walsh en Operación Masacre a propósito de la Proclama de los generales Valle y Tanca. “los dos aspectos que en aquellos tiempos iniciales de la resistencia, caracterizaron al peronismo: una obvio aptitud para percibir los males que sufre en forma directa en cuanto fuerza popular mayoritaria; y una notable ambigüedad para diagnosticar las causas, convertirse en movimiento revolucionario de fondo y abandonar definitivamente al enemigo las consignas electorales, las palabras bellas”

Volvamos a imaginar. Ahora el segundo acto. Alberto Weretilneck sale de vacaciones y lejos de relajarse frente a algún paisaje bucólico siente que la voz de Alejandra Mas informándole del malestar que provocan los megasueldos le aguijonea los oídos. Le adelanta a su equipo más íntimo que pergeñará un plan que dará respuesta al sentir popular. Ya hay trascendidos. Esa chica, la Defensora del Pueblo. Después de todo la puso él allí.

Imaginemos al gobernador, vasito de plástico con jugo Mocoretá y un sándwich de pan lactal con una feta de paleta, sumido en una profunda reflexión de Estado. Debe decirse a si mismo (en voz alta y en un plano americano con la vista perdida en algún punto lejano, como pasa siempre que reflexionan en las telenovelas argentinas): “No pensará Nadina que está allí por mérito propio, espero. ¿Cómo se le puede ocurrir fijarse en sueldo de 70 mil pesos?, ¿No sabe acaso de las penurias de mi gestión?, ¿no sabe que no se que milagros hacer para cumplirle a Rodi (Rodolfo Aguiar de ATE) que quiere que le contrate a todos sus afiliados?, ¿Qué se piensa, yo no pude comprar el Audi que quería para viajar y ella vive como si fuera una funcionaria de Ángela Merkel?”

· Mao en una carta a 4º mujer Chiang-Ching le escribe: “Las cosas grandes se rompen fácilmente, las cosas blancas se manchan fácilmente. Es difícil mantenerse a la altura de una reputación excepcional. Estas frases se adaptan perfectamente a mi situación”

El jueves 30 de enero tuvimos acceso al decreto 44 que con fecha 28 de enero de 2014 y con las firmas del Gobernador Alberto Weretilneck y del ministro Luis Di Giácomo, formalizó la baja a partir del 31 de enero a 315 funcionarios. De este total que reconoce el gobierno, se prometió dar de baja a 170 mega asalariados. La noticia se adelantó por Twitter y luego se difundió el detalle por You Tube en un video del Gobernador Alberto Weretilneck hablándole a la ciudadanía. O a una cámara.

Cómo es natural, el pequeño grupo de ciudadanos que comparten, en más o en menos, una cuota parte del poder, sintieron el cimbronazo y sembraron de banderas de alerta el escenario. Fotocopias, copias de archivos electrónicos, papeles que desaparecen, fueron muchos los que entendieron que debían tomar recaudos.

En la antigüedad, el recuento de los cadáveres legitimaba al vencedor de una batalla. El viernes en la noche, un asado en la esquina de San Luis y Rivadavia de la ciudad capital, daba cuenta de que quien se sentía triunfante era el Gobernador. Pocas horas antes habría expresado que con esta medida podría sacarse de encima a algunos peronistas que le impedían gobernar adecuadamente. Esa mañana supimos que Ernesto “Tito” Paillalef, histórico militante peronista, víctima de la dictadura, era reemplazado por el más jovial, bien dispuesto y muy cercano a Weretilneck, el vallemediense procesado en 4 causas penales, Ricardo Arroyo.

El Gobernador Weretilneck entendió que una medida de alto impacto podría dar respuesta a Alejandra Más pero el instinto debió guiarlo a la Sicilia del Príncipe Fabricio, bisabuelo de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, autor de “I Gattopardi di Donnafugata”, en donde habrá podido apropiarse de esa reflexión que le provocó el desembarco de Garibaldi: “si queremos que todo siga igual, es necesario que todo cambie”.

En la histórica novela, una vez instalado el nuevo gobierno, un flamante funcionario le decía al viejo aristócrata: “Esta situación no durará mucho; con nuestra administración, nueva, ágil, moderna, todo cambiará”. El Príncipe se sentía abatido: “Todo esto –pensaba- no debería durar, sin embargo, durará. Durará siempre,; el ‘siempre’ humano, desde luego. Un sigo, dos siglos….luego, será distinto pero peor. Nosotros hemos sido los Gatopardos, los Leones; quienes ocupen nuestro lugar serán los pequeños chacales, las hienas; y todos, Gatopardos, chacales y ovejas, seguiremos creyéndonos la sal de la tierra”

Con la anuencia del senador Pichetto porque es virtualmente imposible aún con encuestas que le vaticinaran un reposicionamiento magnífico en el imaginario popular, que el titular del PJ rionegrino estuviera al margen de estas maniobras, el Gobernador jugó una carambola a tres bandas.

De los 170 funcionarios que se comprometió a eyectar, con un puñado le alcanza para dejar afuera al PJ más molesto, satisface a la intendente de Conesa y podría granjearse la simpatía de la Presidente Kirchner, lo que no es poca cosa en un paisaje de empobrecimiento progresivo en la Nación.

Inmediatamente después de la difusión cibernética de la decisión gubernamental, El titular de Horizonte, Gabriel Sánchez y el gerente general Orlando Vega – viven el ‘Hotel Austral’ con todos los gatos incluidos, pasan facturas diarias del restaurante ‘Achavil’ y ‘Sal y Fuego’, combustible, usan auto de la compañía y además de sus sueldos, embolsan adicionales de 25 mil y 12 mil, respectivamente- despidieron a 24 empleados porque cierran o dejan stand by las sucursales de Córdoba y Buenos Aires.

Una cincuentena de trabajadores de la aseguradora de 99, 1 % de capital estatal, reclamó por los puestos de trabajo que se pierden. En la Plaza San Martín, frente a la casa de Gobierno, el murmullo crecía, el achique empezaba ese día, y no serían los funcionarios peronistas las primeras víctimas.

Mientras todo esto ocurre, los ciudadanos rionegrinos miramos con mayor o meno atención al proceso que se desató. ¡Ahhhhh, la maravillosa clase media que nos abriga!

Ni hablar de la oposición más interesada en cajeros automáticos o en la ternura que provocan los nietos.

Nadia Kruspskaya, mujer de Lenin, contó “Vladimir Ilich me habló una vez de la actitud de los liberales cuando detuvieron a su hermano mayor. Todas sus amistades abandonaron a la familia Ulianov. Incluso un profesor de edad, que les visitaba cada noche para jugar ajedrez, interrumpió sus visitas. Nadie quiso acompañar a su madre a San Petesburgo donde visitaría a su hijo detenido. Vladimir Ilich me dijo que una cobardía tan extendida le había afectado profundamente. Esta experiencia de juventud dejó indudablemente su huella en la actitud de Lenin hacia los liberales. Muy pronto descubrió el valor de toda la verborrea liberal”

En junio de 2012, Luis Ramacciotti, entonces secretario legislativo e integrante del partido del Gobernador Weretilneck dijo a una radio que «el Frente Grande (FG) tomó la decisión de avanzar rápidamente en una política de formación de cuadros, teniendo en cuenta que tenemos que afrontar los cuatro años venideros de la gestión y con la expectativa que, si somos exitosos, podremos desde el Frente para la Victoria aspirar a cuatro años más” y legitimaba el proyecto 4 + 4 que el Gobernador le propuso a Daniel “Fino” Sartor y Bautista Mendióroz en la chacra que Ricardo Arroyo tiene en Lamarque.

La realidad nos impone caminos impensados, el reclamo policial en Córdoba, la miopía de la Presidente que ordenó a su jefe de ministros desatender el llamado del gobernador cordobés, el contagio en la policía rionegrina, la rápida respuesta del tándem Oscar Albrieu y Fabián Gatti con un piso de 10 mil pesos, la valiente denuncia de Alejandra Más, una concatenación de hechos que le dieron la oportunidad que Alberto Weretilneck ni siquiera había buscado.

Salvando las distancias, siempre es bueno recordar al George Orwell de las Brigadas Internacionales que combatieron en la Guerra civil española, “por simple decencia”: “Me pareció tonto que hombres que luchaban por su vida tuvieran partidos distintos; mi actitud siempre fue: ¿Por qué no dejamos de lado todas esas tonterías políticas y seguimos adelante con la guerra?”

Finalmente y en el marco de proceso que no parece augurar un futuro promisorio, repito como Rodolfo Walsh: “he aprendido que las distancias partidarias son quizás las más superficiales que separan a los hombres. Son otras las diferencias que importan: las insalvables, irreductibles diferencias de carácter. En gente que piensa lo mismo que yo sobre la mayoría de los problemas abstractos, he encontrado un alarmante pragmatismo frente a situaciones concretas que exigen reacciones casi instintivas, capaces de justificar la condición humana”.