Cuando la violencia institucional se transforma en práctica natural ● Viviana Pereira

Con repudiar estos hechos no alcanza….
El último hecho acontecido en la localidad de General Conesa de la que fue víctima un joven rionegrino, lamentablemente no es el primer caso en la provincia en este mes, también en General Roca, Cipolletti, Viedma.
En los últimos años podemos enumerar una larga lista de jóvenes agredidos físicamente, psicológicamente e incluso que fueron víctimas fatales de la violencia institucional.
Pero el objetivo de estas líneas no es solo el repudio, sino llamar a la reflexión en los temas relacionados a niñas, niños y adolescentes, para mejorar la política pública de nuestra provincia.
Quienes trabajamos en política y valoramos la función de un Estado comprometido e inclusivo, trabajamos por la vida. Sabemos que la complejidad de la cuestión social, deriva muchas veces en diferentes situaciones de violencia y de conflicto que requieren que nuestras instituciones estén a la altura de las circunstancias.
Las “malas prácticas” ejercidas por la institución policial parecen estar naturalizadas. Es también responsabilidad del Estado poner límites a este tipo accionar y sancionar los abusos.
La consolidación del Estado de Derecho en la provincia de Río Negro exige que nunca más se reiteren situaciones de mal trato o trato degradante respecto a determinadas personas en cualquier institución pública y en particular por parte de la fuerza policial.
Una Policía democrática y profesional debe actuar de forma tal que cuando una persona está bajo su custodia, debe ser tratada con respeto a su dignidad, sin importar la gravedad de la falta o delito que pueda haber cometido. Los malos tratos deben ser erradicados definitivamente.
La actuación de los organismos pertinentes para poner límites concretos a los actores institucionales, es fundamental y para ello existen algunas leyes en vigencia que le otorgan al estado rionegrino las herramientas necesarias.
También requiere de un plan de formación y capacitación permanente, que propicie de manera concreta, la garantía del respeto irrestricto de los derechos humanos a través de sus agentes públicos y las estrategias inter institucionales para resolver la problemática de la cuestión social.
Recordemos las afirmaciones del gobernador de nuestra provincia Alberto Weretilneck “Se necesita coraje y convicción para llevar adelante un cambio cultural que deje atrás viejos resabios de concepciones anacrónicas sobre la seguridad pública y capacidad para transformar en acciones concretas los lineamientos estratégicos”.
Cada uno desde nuestro lugar tenemos la obligación de acompañar este cambio.

Viviana Pereira
Legisladora del FpV,