Prohibido criticar ● Jorge Ocampos

descarga!A la luz de las destempladas respuestas, no exentas de agravios , con que algunos funcionarios del Gobierno provincial responden a las críticas que generan sus gestiones, pareciera que en su fuero íntimo anida la intención de prohibir este ejercicio tan vital de la democracia.

Tal vez este lejos de su entendimiento, que lo que hacen algunos legisladores de la oposición y, a veces también del oficialismo, no es otra cosa que cumplir con el mandato que les da la ciudadanía cual es el de representarlos y trasladar su voz a los organismos de decisión para que corrijan sus errores o al menos traten de hacerlo.

No escapa a nadie que nuestros hospitales presentan falencias de distinta índole y que esas falencias  repercuten en el servicio que se presta a nuestros conciudadanos, y que en la mayoría de los casos pertenecen a los sectores más humildes de la  sociedad. Ya se trate de remedios oncológicos, ausencia de ambulancias o carencia de profesionales especialistas, como ocurre actualmente en el hospital de Viedma, por citas casos que se reiteran.

Cometeríamos una grave falencia si los que tenemos la misión de representar a los habitantes de nuestro suelo, calláramos las falencias que se denuncian en la salud, la educación, la seguridad, la atención al sector productivo , los servicios públicos ,o cualquier tema que afecte desde el ciudadano más encumbrado hasta el más humilde.

Días pasados el ministro de Gobierno provincial acusó de mentirosa y de negociar con la crítica a la senadora Magdalena Odarda por reclamar la ausencia de remedios oncológicos para nuestros enfermos. Destemplada, agraviante y necia la respuesta del funcionario, que además de responder con ligereza los cuestionamientos, cae en la descalificación de quien asume la representación de los que no tienen voz, en el ejercicio pleno de su función.

Tal vez, el ministro no ha entendido aún, pese a su enorme responsabilidad, que la democracia tiene como esencia de su funcionamiento, el poder ejercer con libertad el derecho de reclamar para que se cumplan y valga la redundancia los derechos que le asisten como ciudadano. Más aún como en este caso tratándose de una senadora, elegida por la voluntad popular, sin más herramientas que la de su trabajo persistente, detrás de la injusticia y de la vulnerabilidad de los sectores más humildes.

De todas maneras, lo que describimos es solo un episodio de un prepotente destrato; lo que preocupa es que a la luz de otros hechos con similares temperamentos y descalificaciones, se esté pretendiendo acallar las voces de quienes formulan críticas a la gestión del Gobierno provincial.

Si así fuera, va el compromiso de este legislador y del Frente Progresista de representar a todas y cada una de las voces que se levanten reclamando un derecho o una injusticia que afecte a cualquier ciudadano, entidad o sector social , sin importar su credo, alineamiento político o pertenencia ideológica.

 

 

Jorge Ocampos

Legislador provincial ARI