Mendioroz: “En el Gobierno sólo son espectadores de la crisis frutícola”

Viedma.- El presidente del bloque de legisladores del radicalismo, Bautista Mendioroz, expresó -en función de los resultados de la reunión entre Haroldo Lebed y la conducción de la Federación de Productores, de Río Negro y Neuquén- que “los Gobiernos nacional y provincial son sólo espectadores de la crisis frutícola y con cada nuevo responsable del área plantean volver a empezar”.

El legislador radical indicó que por en el Ministerio de Producción “ya van por el cuarto: Luis Bardeggia, Juan Manuel Pichetto, Alfredo Palmieri y ahora Lebed que pretende que el sector le haga una nota de pedido con sus demandas. Es una burla, maltratan a los productores y a la principal actividad económica de la provincia, lo que demuestra palmariamente que los anuncios para el sector del senador Miguel Pichetto fueron sólo discurso de campaña”.

En ese sentido, Mendioroz recordó que el kirchnerista “habló de baja de retenciones, de reembolsos y de recuperar la rentabilidad de la actividad, pero hoy todo sigue igual con compromisos de infinidad de gestiones, mucha prensa y nada concreto y son miles los productores que están fundidos y que no reciben por el kilo de fruta ni siquiera el costo de producción”.

“Como si esto fuera poco y al mejor estilo K, Lebed y Julián Alvarez amenazan e imponen condiciones para el diálogo y expresaron en la reunión de Allen con los productores que habrá reuniones en la medida que sean coherentes con su línea de pensamiento, una barbaridad”, dijo.

Agregó que esa actitud “sólo muestra la impotencia de los gobiernos nacional y provincial ante la profunda crisis de las economías regionales y –en forma particular- de la fruticultura en Río Negro y Neuquén”.

Finalmente, Mendioroz instó a los productores a que “no se dejen dividir que es la estrategia de siempre del kirchnerismo para reinar ya que la unión de la Federación y el respeto a sus dirigentes de cámaras permitirá una mejor gestión ante un gobierno provincial que los ignora tanto, que ni siquiera acuerda de convocarlos a las paritarias.

 

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