Medidas económicas complican las paritarias anuales ● ATE

Desde la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) de Río Negro se percibe que las últimas medidas económicas anunciadas por el Gobierno Nacional y el impacto que ya se vislumbra en el contexto actual, complican el proceso de discusión salarial en la provincia y también en cada una de las municipalidades rionegrinas.

Es que la fuerte devaluación del peso argentino y la creciente inflación, sumadas a la gran incertidumbre y dudas que provocan los anuncios, ya impactan y afectan directamente a los asalariados y, sobre todo, a las franjas sociales de menores ingresos.

Se ha observado que como resultado inmediato, luego de los anuncios, se ha producido una fuerte retracción de la oferta de productos, bienes y servicios, además de una considerable remarcación de precios, aumentado considerablemente la mayoría de ellos.

Hay que agregar que también el abrupto cambio de escenario económico, a partir de la reconocida devaluación, generará cambios profundos en la mayoría de los presupuestos públicos aprobados en las distintas órbitas del Estado para el año 2014. Teniendo en cuenta el nuevo valor de la moneda estadounidense, los cálculos nominales plasmados en los presupuestos van a diferir de los valores reales que los mismos alcancen. Principalmente, en materia de regalías y otros ingresos de similar naturaleza.

Advertimos que la gran incertidumbre producida por las nuevas medidas económicas anunciadas desde el Gobierno Nacional, la inflación y la fuerte devaluación del peso complican el proceso de discusión salarial. El nuevo escenario impone la necesidad que las paritarias permanezcan abiertas a lo largo de todo el año.

Como trabajadores estatales no tenemos dudas que se acelerará el proceso de achique y ajuste que tiene un fuerte impacto sobre los servicios públicos y que no sólo afecta a los trabajadores, sino fundamentalmente a los usuarios de esos servicios. La devaluación y el nuevo precio del dólar, producen modificaciones en los presupuestos ya aprobados.

Los trabajadores tenemos que seguir de cerca la ejecución de los mismos e impedir que sean los servicios públicos y nuestros salarios los que se ajusten.