Una reflexión por 30 años que debemos hacer a cada instante ● Rubén Torres

A 30 años de aquél majestuoso día en el que parecía volver a fluir la sangre de los argentinos; otro día más; otro “10 de Diciembre” y un nuevo compromiso con nosotros, con nuestra independencia y soberanía.

30 años desde el recupero de la democracia que nos impone el esfuerzo por recobrarla a diario. En cada gesto, en cada acto. En cada oportunidad. Un día como hoy nos sirve para mantener latente la lucha de tantos argentinos que dejaron sus vidas para que otros argentinos disfrutemos de los valores que nos brinda el derecho. Los Derechos.

La historia nos pone en cada circunstancia frente al sentimientos de añoranza y al recuerdo, pero no es sino a través de la construcción del presente que podemos dar valor al camino que otros iniciaron con su sangre.

El recorrido de la libertad nos impone la sabiduría para ser fieles a los mandatos que por naturaleza nos definen. La búsqueda insoslayable de la democracia y no como una definición acabada, sino como una característica que evoluciona permanentemente tras el esfuerzo cotidiano de todos los actores de la sociedad.

Sin embargo, las flaquezas que nos identifican, hacen que perdamos el rumbo para que lo que fue un estandarte en el ideal de una nación se convierta, a veces, en una fecha en rojo que sólo nos sirve para conmemorar.

Aquél 10 de Diciembre los argentinos hablábamos de los Derechos Humanos, pese a que pocos sabíamos de qué se trataba.

En ese día, las almas de nuestro país supieron decidir por un destino acorde a los principios sublimes que nos constituyen como seres en sociedad. A los valores que se desprenden del diálogo; a la manifestación del debate como motivo principal de la vida de los pueblos.

Tras estos años, nos queda la experiencia del aprendizaje de cada uno de los días desde ese 10 de diciembre de 1983. Sabores amargos, desencuentros, muertes. Circunstancias que no pudimos salvar respuestas que no pudimos dar. Certezas que no supimos aceptar. Todo un recorrido que nos obliga a reflexionar sobre lo que queremos para nuestro pueblo.

Conmemorar la vida democrática nos debe llevar a celebrarnos a nosotros mismos. Ha de ser la única forma para no caer en una celebración en abstracto. Pero esa celebración debería mediar constantemente entre los ideales y las conductas de todos los días.

Porque reconocer nuestro pasado nos hace dignos pero descubrirnos en el presente nos hace plenos para poder proyectarnos.

Ese es el desafío al que nos queremos sumar y esa es la conmemoración que elegimos para todos los días, por nuestros días de democracia. La oportunidad invalorable que desde lo cotidiano se nos da para defender la libertad, la independencia y la soberanía.

Un espacio perenne en el que reine la capacidad de reflexión y las condiciones para poder aprender sobre esa reflexión. Un recorrido en el que sepamos brindar los espacios, dialogar sobre lo que nos alimenta a diario, en el sentido más profundo del ideal democrático y en el que podamos encontrarnos en nuestra provincia de Río Negro, valorando cada instante de la vida común.

En este día, sumamos nuestro reconocimiento para que podamos seguir construyendo muchos años más, a partir de cada instante en el que nos miremos a los ojos para decidir por nuestro futuro.

Rubén Torres

Legislador circuito Andino

Río Negro