La reducción de los glaciares ● Norberto Ovando

El hielo de los glaciares no es otra cosa que el producto de la compresión de la nieve por efecto de su propio peso. Así que, para la formación de un glaciar, hace falta que se cumpla una condición fundamental: que la cantidad de nieve caída a lo largo del año en una determinada zona, sea mayor que la derretida.
Además de la necesidad de grandes nevadas, es muy importante que la temperatura media anual permita conservar la nieve caída.

Comprobación de la NASA

La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, más conocida como NASA, confirma nuestras evaluaciones que venimos realizando desde 1970, referente a la evolución y retroceso de los glaciares de la región andino patagónica haciendo énfasis en cuanto que, estos cuerpos glaciarios son muy sensibles a la variabilidad climática y son los mayores indicadores del cambio climático global.

La NASA, en base a fotos tomadas por astronautas durante 2001, 2004, 2009 y 2013 del glaciar Upsala, determinó, que en los últimos 12 años, se derritieron 3 kilómetros de largo del glaciar, que representa un poco más del 5 por ciento de su superficie total.

La NASA dice que este retroceso “indica que el calentamiento en esta parte de Sudamérica no sólo causa la retracción de la masa de hielo, sino que además se haga más delgada”. Esta idea también había sido publicada en un estudio sobre 63 glaciares patagónicos, realizado por el francés Eric Rignot y los chilenos Andrés Rivera y Gino Casassa. La agencia espacial estadounidense ya había advertido en 2004 sobre este fenómeno, también gracias a la comparación de fotografías.

El calentamiento global afecta de manera directa a todos los glaciares de la Patagonia, pero también tendrá una incidencia en ciudades de todo el mundo. Según una predicción de National Geographic, dentro de 5 mil años podría derretirse toda la masa de hielo del planeta, y el agua cubriría ciudades como Buenos Aires, Londres y Tokio.

Glaciares en retroceso

El 85% de los glaciares andino patagónicos presentan evidentes signos de retrocesos

Desde las últimas tres décadas por consecuencia del calentamiento atmosférico, se advierte un aumento de las tasas de retroceso y pérdida del espesor en los glaciares, que ha llevado a la desaparición de numerosas unidades, en tanto que la mayoría de los remanentes más pequeños han reducido en este período su superficie en más del 50%, con proporciones aún mayores de pérdida de volumen.

Entre los factores naturales se incluyen las oscilaciones cíclicas en la radiación solar, debidas entre otros factores a las variaciones orbitales de la Tierra alrededor del Sol, y la actividad volcánica. El factor antropogénico influye en el incremento en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) debido entre otros, al uso de combustibles fósiles y ciertas actividades industriales. Si el retroceso de los glaciares se debe en mayor o menor medida a la acción del hombre sigue siendo un tema de debate. No obstante, en los últimos años, cada vez más científicos abogan por otorgar más peso al factor antropogénico, especialmente como motor del calentamiento global que se ha observado durante las últimas décadas y no únicamente a una oscilación natural del clima.

En los Campos de Hielo Patagónico Norte y Sur, que se extienden a lo largo de 350 km siendo la mayor reserva de hielo de América Latina, se han medido retrocesos en la mayoría de los cuerpos glaciarios que llegan hasta más de 10 km en varios de ellos. Los pequeños glaciares del sector argentino de Tierra del Fuego pierden entre 0,5 y 1,0 m de espesor al año, con reducción de superficie del 50% desde 1970, en tanto que en el sector chileno los más afectados han sido los situados en la vertiente Norte de Cordillera Darwin.

En cualquier caso, independientemente de qué o quiénes tengan la responsabilidad última, el fenómeno del derretimiento de los glaciares existe, está ampliamente estudiado y tendrá consecuencias a medio plazo a menos que el clima cambie espontáneamente o se tomen medidas para limitar el factor antropogénico al máximo con la esperanza de que éste sea decisivo.

Tierra del Fuego

Varios estudios han demostrado que la mayoría de los glaciares orientales de Tierra del Fuego muestran un significativo proceso recesivo como por ejemplo, el glaciar Vinciguerra que perdió el 48% de su superficie, retrocediendo cerca de 470 m y dando lugar a la formación de una laguna proglacial formada durante el retiro del derretimiento en parte del glacial, de aproximadamente 5 ha.

Otro glaciar que sigue en retroceso es el Martial, distante unos 8 km del Vinciguerra. Ambos glaciares de montaña, constituyen parte del conjunto de cuerpos de hielo que aportan a la red de drenaje que es fuente de aprovisionamiento de la ciudad de Ushuaia, capital de la provincia de Tierra del Fuego.

La generalidad de los glaciares situados en el sector argentino de Tierra del Fuego presentan similares condiciones recesivas, agudizadas en las últimas cuatro décadas.

Conclusión

Se deben proteger los glaciares porque las ciudades y pueblos localizados al pie de la cordillera y los valles en medio de la meseta patagónica, necesitan el agua que proviene de ellos y de las áreas periglaciares, para que no afronten problemas en desarrollar su agricultura y ganadería, la generación de energía y el consumo humano.

Conocemos que la disminución de las precipitaciones, el calentamiento global y el aumento de la temperatura del hielo, seguirán afectando a los glaciares andino patagónicos y por lógica la disminución de las reservas de agua dulce, por eso, es necesario cumplir con el inventario y monitoreo de los glaciares existentes que marca la Ley 26.639, y prevenir los impactos de origen antropogénico sobre ellos.

Fuente NASA / AAPN

Por Prof. Norberto Ovando

Presidente / Asociación Amigos de los Parques Nacionales – AAPN –
Experto Comisión Mundial de Áreas Protegidas – WCPA – de la UICN-
Red Latinoamericana de Áreas Protegidas – RELAP –

Título original Los glaciares se están reduciendo más rápido de lo que se creía.

Foto:N. Ovando evaluando el adelgazamiento del Glaciar Moreno.