La sanidad del río Negro debe ser prioridad ● Nadina Díaz

Desde el inicio mismo de nuestra gestión entendimos que dentro de la tarea por el resguardo de los derechos de los ciudadanos rionegrinos, sin duda alguna el cuidado del medioambiente era de absoluta prioridad y dentro de las distintas facetas que presenta ese resguardo, sin restarle importancia a otras, la preservación de los recursos hídricos tiene que ser tomada como pilar para nuestra calidad de vida y la de las próximas generaciones.
El Río Negro es el mayor curso de agua de la Patagonia argentina, es base de la producción agropecuaria de la provincia y en sus márgenes, se emplazan pueblos y ciudades que nuclean a más del 70% de su población. Por si fuera poco, en su nacimiento, Neuquén suma casi 300 mil habitantes con un sistema cloacal deficiente, desbordado por el notable crecimiento poblacional y una ausencia de previsión e inversiones que no acompañaron ese incremento demográfico.
Ubicándonos ya en territorio rionegrino la situación del sistema cloacal de la ciudad de Cipolletti sin lugar a dudas es la más grave, por el atraso de años que se registra en inversiones y por que esta ciudad también experimenta un incremento poblacional excepcional. La planta de líquidos cloacales en la actualidad, puede tratar los desechos de aproximadamente 50 mil personas y la población ronda los 100 mil, por lo tanto, lo producido por la mitad de los cipoleños se arroja sin tratamiento alguno, directamente al río Neuquén.
Desgraciadamente, el panorama no cambia aguas abajo, donde encontramos más plantas a medio funcionar o haciéndolo de manera deficitaria. En pueblos o ciudades como Choele Choel no existen plantas de tratamiento y los desechos son vertidos directamente al río. La falta de inversiones adecuadas de muchos años a esta parte, han provocado que el actual panorama sea absolutamente desalentador para la sanidad del Río Negro.

A pesar del panorama que se nos presenta, estoy convencida que estamos en un momento de quiebre y definiciones terminantes sobre el nuestro futuro y sobre la preservación de nuestro todavía magnifico río. Si se realizan las inversiones necesarias en un plazo razonable tanto en Neuquén como en las ciudades y pueblos de nuestra provincia y el río además aporta su capacidad de auto depuración con un caudal adecuado, el resultado seguramente va ser positivo.

Pero si seguimos con la negación sistemática del grave problema (AIC), y no realizamos los adecuados controles sobre las industrias que también vierten desechos tratados deficitariamente al curso de agua; si no se finalizan las obras pendientes en las plantas existentes y proyectamos o gestionamos las inversiones necesarias para adecuar el sistema; si no prevemos acompañar el crecimiento poblacional con las obras correspondientes; si el río continúa durante gran parte del año con el caudal excesivamente bajo producto de la demanda estacional de energía, seremos culpables de la inexorable muerte del Río Negro que sin dudas, terminará transformado en un simple desagüe sin vida y sin poder ser utilizado para el riego o para el consumo humano.

Puede todo esto sonar tremendista, exagerado o apocalíptico, pero a raíz de los hechos y de lo ocurrido en los últimos 30 años a esta parte, la proyección necesariamente va en este camino. No es mi intención debatir o entrar en la discusión si la responsabilidad es de las gestiones anteriores o las actuales, si es culpa de los que se fueron o de los que están, simplemente como ciudadana de la provincia de Río Negro y como Defensora del Pueblo de esta provincia, siento una gran preocupación al observar esta realidad concreta y advertir que en las prioridades de las agendas políticas y económicas, no aparecen las inversiones necesarias para el saneamiento del Río y las obras para dotar de adecuadas plantas depuradoras de líquidos cloacales a las poblaciones ribereñas.

Finalmente, debo mencionar que en una reunión realizada hace pocos días, el presidente y técnicos del DPA, informaron a esta defensora y al equipo de asesores del organismo acerca del estado actual de las plantas sobre el Río Negro y las inversiones necesarias para el correcto mantenimiento de las existentes y construcción de nuevas estructuras.

Los técnicos manifiestan que son 23 millones los que rápidamente se deben utilizar para solucionar los problemas más graves y acuciantes del sistema cloacal rionegrino en el alto valle, esto solo para mantenimiento de las plantas con que cuenta la provincia, pero para lograr una solución mas integral y proyectar hacia el correcto funcionamiento en el futuro, son necesarios mas de 120 millones solo para las localidades comprendidas entre Cipolletti y Chichinales. Seguramente esta cifra es importante, pero si pensamos en que el presupuesto del año próximo para la provincia ronda los 14 mil millones y respetando absolutamente la autoridad del gobierno provincial, entiendo que no es descabellado pedir que se prevea la afectación de fondos de este y próximos presupuestos, con el alto fin de darle una solución mas duradera a este grave problema, que compromete la sanidad y la utilización de ni más ni menos que el recurso natural más importante y simbólico que tenemos los rionegrinos.

DEFENSORA DEL PUEBLO
Doctora Nadina Díaz
Título original: “LA SANIDAD DEL RIO NEGRO DEBE SER PRIORIDAD EN LAS AGENDAS POLITICAS DE LA REGIÓN”