Dos monjas de Río Negro ingresaron al Monasterio de Viedma

Viedma (ADN).- Dos monjas de Sierra Grande y Cipolletti se incorporaron al grupo de Hermanas Carmelitas Descalzas del Monasterio de Viedma, a poco más de seis años de su radicación en la capital rionegrina, impulsada por la hermana Teresita (85).

Ella es la fundadora del Convento de Neuquén y de los monasterios de Bariloche, Neuquén, Tucumán y Mar del Plata, como parte de la larga vida que ofrece a la congregación, desde que ingresó a las 16 años.

La hermana Eloísa (54) recuerda que desde que comenzaron su tarea en Viedma, el 19 de marzo de 2007, “llevamos una vida muy sencilla, en base a la oración. Rezamos por todos”, destaca.

Ya en lo material, la hermana remarca: “Nadie nos mantiene económicamente, solamente nosotras con el propio trabajo diario. Trabajamos en el telar y elaboramos dulces, tortas, alfajores, que es lo más se vende en comercios de Viedma y Las Grutas. Son los Alfajores del Carmelo”, pondera Eloísa, quien es la que coordina en el Monasterio. También realizan imágenes religiosas en cerámica y yeso, artesanías en madera, pintura y bordado mano y hasta productos en cuero y telar mapuche.

“Hablamos y hacemos las cosas entre todas y así cada una crece en su oficio, pero principalmente la oración litúrgica y personal».

“Es nuestra vocación, estamos hechas para esa madera”, resalta en la frase, que impactó al periodista de ADN.

Teresita, la fundadora, con 85 años, y la hermana más joven, con 19, son los extremos en cuanto a edades, pero los años son el único detalle que diferencian a las 10 monjas, que constituyen “un lindo grupo”, según resalta Eloísa. (ADN)

 

 

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