Mucho mas que un cambio ● ADN

WERE-VALERILa política tiene su propia dinámica. Era impensado para el gobernador Weretilneck tener que resolver una baja en su gabinete al menos antes del 27 de octubre. María Emilia Soria lo hizo cuando aprovechó el escenario que le brindó Hugo Lastra y su gente para criticar al gobierno.
Ahora el mandatario define la designación del secretario General de la Gobernación a dos semanas de las elecciones nacionales y en un clima de tensión con Martín Soria.
Carlos Váleri, militante del Frente Grande, arquitecto de la provincia de Buenos Aires, rionegrino por adopción y amigo del gobernador, sería uno con más posibilidades de ser elegido para incorporarse.
La llegada de Váleri al gabinete tiene como lectura política el propósito de consolidar el núcleo duro del Frente Grande dentro del gobierno que integran el ministro de Educación Marcelo Mango y el legislador Facundo López. En la periferia está el ministro de Gobierno, Luis Di Giácomo, que como dice la canción “no es de aquí, ni es de allá”.
La llegada de Váleri al gobierno también es un mensaje para San Carlos de Bariloche y para la intendente María Martini.
De esta manera también se van hilvanando políticas que aporten a la llamada “línea del ferrocarril” que es fortalecer al eje Viedma, zona atlántica, línea sur y región andina. Un debate que tiene mucho de geopolítica ante el predominio del alto valle que representa a los grupos económicos concentrados de la exportación, a los administradores del puerto y al poder periodístico, que hacia el interior del gobierno ubican en claro apoyo a Martín Soria.
En el peronismo en abundancia y apogeo florecen las internas y los corporativismos y como dice el tango “cualquier cacatúa sueña con la pinta de Carlos Gardel”. Todos quieren hacer fortuna con la cuota parte del poder, todos se sienten dueños y herederos.
Tanto Weretilneck como Miguel Pichetto tendrán que acostumbrarse al rol opositor que asumió el intendente de General Roca, junto a su hermana, candidata a diputada nacional.
Martín Soria apuesta fuerte a las elecciones nacionales del próximo 27. Su mayor deseo es que María Emilia supere en votos a Miguel Pichetto y calcula que serán entre 3 y 4 puntos más. El adversario es “compañero” y en esta carrera nadie mira por el espejo retrovisor sino a la butaca del acompañante.
El FpV en su conjunto se siente seguro que llegará al 45 por ciento de los votos en Río Negro, pero los Soria apuran los esfuerzos para superar estos guarismos, con una estrategia anti oficialista, que no disimulan.
El jefe comunal roquense tiene como excusa “preservar los ideales del gringo” para tomar distancia y erigirse en censor.
De todos modos montescos y capuletos saben que el 20 de octubre ganan todos y que la pelea fuerte será el 2015.
Alberto Weretilneck deberá transitar en su mayor responsabilidad que es gobernar la provincia, en el marco de estas alternativas de pujas internas. Quizás poco acostumbrado a las lides peronistas le preocupa mantener el equilibrio y pocos, por no decir nadie dentro del gobierno conoce su pensamiento profundo. En este estilo de procedimiento y en su alianza con Miguel Pichetto asiente sus reales en el poder.
Otros cambios se pronostican para luego de las elecciones nacionales. Por de pronto llegará al ministerio de Salud a ocupar la Secretaría que ejercía Liliana Andaloro, un hombre conocido del gobernador Alberto Weretilneck y que se sumaría al círculo íntimo.
Posibles movimientos en el gabinete estarían directamente relacionados con la puja interna y algunos funcionarios llegados con Carlos Soria y relacionados con Martín ya se miran al espejo y ponen sus barbas en remojo.
Miguel Pichetto, pieza fundamental en esta zaga, se aleja de toda disputa y prevalece en su accionar otra concepción política del poder, no quiere desprolijidades en la campaña y prefiere el tono pausado y reflexivo.
El senador trabaja para consolidar los votos de las PASO e incrementarlos en un porcentaje que tenga impacto en el contexto nacional. Quiere estar en la mesa chica de las decisiones nacionales futuras, a la vez que consolida su relación con el gobernador bonaerense Daniel Scioli.
Pichetto es el jefe del PJ rionegrino un espacio de poder que cotizará en alza luego del 27 de octubre. Sabe que es la contención de los embates de sus compañeros contra el gobernador y por lo tanto muestra generosidad en compartir con Weretilneck los éxitos electorales.
Seguramente este gesto será bien pagado y los tan mentados cambios futuros –de producirse- se llevarán a cabo con una participación y consulta del senador.
Por otra parte no sólo incidirá en el futuro cercano el resultado electoral provincial, sino también el nacional. Habrá un nuevo escenario con protagonistas en donde se alinearán las distintas corrientes del peronismo y en este punto también están claras las divergencias: Martín Soria y muchos otros dirigentes ya se relacionan con Sergio Massa y se diferencias de Pichetto y Weretilneck.
En 15 días se develarán todos los misterios, aunque vaticinar hacia el futuro es ciencia ficción. Al menos pareciera que es un imperativo para el gobierno producir cambios en los ministerios. Cuáles, pocos lo saben y existen áreas claves donde virar el rumbo no sólo es una cuestión de nombres.
El país no es el mismo que conoció el pináculo kirchnerista, la inflación golpea duro, las economías de las provincias están en rojo, habrá reticencia en los aportes nacionales, la presión fiscal está en sus extremos y Río Negro hoy sigue pagando altos intereses al Banco Patagonia.
La economía es todo un tema que por más que se oculte no tardará mucho en impactar con crudeza a todos los rionegrinos. Ya nadie se acuerda de las épocas de crisis y es necesario refrescar la memoria.

ADN