“Una decisión de madurez para el pueblo Argentino” ● Rubén Torres

torresDespués de diez años, “vale mantener presente a esa histórica aprobación en el Senado, en la que las leyes de Obediencia de Vida y Punto Final, fueron declaradas nulas. Una muestra de crecimiento en la sociedad”.

Así se refirió el legislador Rubén Torres, al hacer un recordatorio por cumplirse el 21 de agosto, los diez años de la declaración de nulidad de las leyes de Obediencia de Vida y Punto Final, que junto a los indultos de la época Menemista, “cerraron las puertas a las investigaciones de los familiares que reclamaban por sus seres queridos”.

Al respecto, indicó que “las palabras de aquél momento de quien fuera presidente de la Nación, Néstor Kirchner: “Venimos con memoria pero sin rencores…», fueron la síntesis de lo que reflejaba a una sociedad que, luego de veinte años de democracia y tras las atrocidades cometidas durante la década del Proceso, había adquirido la madurez necesaria para que los tres poderes de Gobierno pudieran acordar la nulidad de las leyes”.

“Ese gesto, sin duda, fue la oportunidad para que cientos de ciudadanos, a partir de esas jornadas históricas en la que el Legislativo consideró «insanablemente nulas» a las leyes 23.492 y 23.521, que frenaron las incipientes investigaciones en la vuelta de la democracia, abrió la posibilidad de investigar y a la vez de desterrar lo que para la mayoría de los sectores vinculados a la Justicia, era una vergüenza”.

“Sin esa nueva ley, la reapertura judicial hubiese sido más difícil, por caso, se puede mencionar que recién después de la nulidad, se pudieron reabrir causas en la ESMA”, destacó el parlamentario por el Circuito Andino.

Para finalizar, indicó que ese momento “fue un antes y un después para el devenir de la vida política del país. No es posible reconocernos en el presente y proyectar, si no tenemos certeza de lo que nos ha sucedido. Una sociedad justa es lo único que puede sustentar al sistema democrático. Por eso conmemoramos y mantenemos presente a ese día en el que nuestros representantes reconocieron que esas leyes eran insanablemente nulas”.

Legislador Rubén Torres