La ideología de la patota ● Claudia Beltramino

El asombro dio lugar al temor, cuando quien se convertiría en ministro de Economía de Carlos Soria, en un programa de la televisión de Viedma, adelantaba un proyecto de Ley de Prescindibilidad.

Los medios, unos pocos hay que decirlo, menos de un puñado quizás, encendieron las luces de alerta y la gestión corrigió. No sería una ley de Prescindibilidad sino de Disponibilidad. Más de 20 mil familias carecerían de estabilidad laboral hasta agosto del 2012, cuando los enfrentamientos entre sectores del mismo poder, los llevaron, utilitariamente, a derogar la ley.

En esos 8 meses hubo denuncias por malos tratos a los trabajadores, listas negras, despidos, hostigamiento a trabajadores, se disciplinó a la prensa con el sistema de premios y castigos económicos.

Si abrimos el plano para ver una imagen más amplia podemos sumar la derogación de la ley anticianuro que anticipa la megaminería o más visible aún, el fracking que tenemos en la puerta. Si hablamos de economía, a los productores de manzana se les sugirió levantar el monte para hacer pasturas. Una paradoja si se tiene en cuenta los logros de Chile y Brasil en la misma producción.

Durante un año y medio, los penales rionegrinos pusieron de relieve el componente más espeso de la ideología del  gobierno. Para los pobres, cárcel y malos tratos.

Si se piensa en la “Década Ganada” que exhibe la gestión del único ministro formado y con alguna lectura a cuesta, el agradecimiento a la presidente Kirchner por el Conectar Igualdad no conoce límites.

Mango se atrevió a subrayar como logro de su gestión que los chicos al menos ahora están en las escuelas. Un aguantadero para pibes que sin ninguna formación rebotarán luego en un mercado laboral que se achica minuto a minuto.

Sin dudas, gobernar no es sencillo, no es coser y cantar, no es denunciar desde la oposición.

La pobrísima y deficitaria gestión de gobierno solo se esmeró en castigar a la prensa. La independiente, claro.

Quienes optaron por informar y no por promocionar panegíricos que luego se traducen en jugosas pautas publicitarias, resistieron como pudieron, en principio, el apriete económico.

En la misma línea debieron escuchar de aquellos que se aprovecharon de una doble percepción de haberes, de megasueldos, de los mega incentivos proporcionales a esos megasueldos; de esos a los que les robaban de sus casas montos obscenos de dólares, montos que ningún trabajador podría ahorrar y de hacerlo, no los mantendría escondidos en su casa; en una Provincia cuya actividad principal es la construcción de obra pública, pagada con fondos nacionales o créditos internacionales, que ¡quedaban excluidos de la pauta oficial por no acompañar!

En tanto el hostigamiento no les resultó eficiente, cuando la pauta no pudo comprar a la totalidad de las voluntades, aparecieron los matones o los malos tratos a familiares de periodistas.

Esta gestión volteó a un intendente electo.

Esta gestión tiene presos políticos.

Esta gestión tiene muertos y heridos en sus cárceles.

Esta gestión despidió a profesionales que denunciaron corrupción, como ocurre en ViarSE.

Esta gestión tiene espías y persigue a la gente.

Esta gestión tiene hábitos más cercanos a los mafiosos, como denunciaron el legislador Rubén Torres o el intendente Mario del Carpio.

Pero esta gestión tiene el enorme beneficio de una ciudadanía que cierra los ojos. Como ya lo hizo en otras circunstancias.

Lamentablemente, alguien deberá explicarle a los rionegrinos, que los llamados privados solidarizándose, son inútiles. Alguien deberá decirle a la oposición que los comunicados solidarios, son amables y catárticos. Igualmente inútiles.

Esta gestión, se manifiesta en términos ideológicos, toda vez que actúa.

Los atropellos, la violencia, las patotas, el permanente hostigamiento a la prensa independiente, el terrorismo a los familiares de periodistas, es la declaración de principios políticos de la gestión.

Una pena. Cuando la política advierta que no son espasmos solitarios sino ideología política o cuando los ciudadanos rionegrinos pretendan exigir que se cumpla con las debidas normas constitucionales de civilidad, respeto, tolerancia, libertad de expresión, probablemente sea tarde. Y demasiado tarde para lágrimas.

Claudia Beltramino

Directora radio Frecuencia VyP